Los nuevos gestores son Juan Cabrera y su hijo Juan Carlos, conocidos por regentar el tradicional Molí des Comte. En el establecimiento situado al final del antiguo Moll de la Riba apuestan por la estética moderna, aunque con platos típicos mallorquines. Cerrarán el actual local después de Navidad y reabrirán antes de Semana Santa. Invertirán casi 700.000 euros.