La Fundació Natzaret lamenta que el ayuntamiento de Palma haya cambiado su política a la hora de adjudicar los proyectos de servicios sociales de tal manera que prime más la cuantía económica que la parte técnica.

El director de la fundación, Guillem Cladera, critica que los programas sociales se otorguen a la entidad que presenta una mejor oferta económica pese a que su proyecto técnico esté peor puntuado. En concreto, Cladera se refiere a la adjudicación del servicio socioeducativo del Programa Alter, que desde hace siete años gestionaba la Fundación Natzaret. Ahora se ha adjudicado a Lireba Serveis Integrats S.L., una empresa multiservicio que se dedica al mantenimiento y a la limpieza pero que también ofrece servicios sociales y educativos, entre otros.

Fundació Natzaret ha presentado un recurso a la resolución del concurso porque consideran que ahora "la adjudicación de los servicios sociales será como la de las farolas". Por ello, Guillem Cladera expresa su "disconformidad" con este cambio de proceder.

Alter es un programa de integración social y educativo para los jóvenes con riesgo de exclusión escolar o social, cuya finalidad es lograr el retorno de estos chicos al mundo académico o laboral. A lo largo de estos siete años, el programa se ha ido consolidando de tal manera que cuenta con 49 participantes y cinco educadoras sociales. Además, añade Cladera, era uno de los programas mejor valorados.

El director de la Fundació Natzaret asegura que su oferta económica era "muy ajustada" pero que permitía "garantizar las condiciones laborales de las educadoras sociales". Así, Cladera pone en duda que con el presupuesto actual la nueva empresa ganadora pueda mantener unos "sueldos dignos" a los trabajadores que se encargarán del Programa Alter.

Otra de las críticas de este cambio de adjudicatario que hace Cladera se centra en el "vínculo emocional" que se había creado entre los 49 alumnos y las cinco educadoras de la Fundación Natzaret y que se romperá con este cambio de entidad.