­El guía de los sábados viste de romano y se hace llamar Quartus Celsius Alexandrus. Tiene una ayudante -"es mi esclava griega, Gelasia"- y ambos han llegado al castillo de Bellver "a través de un agujero en el tiempo" que les ha trasladado 2.000 años frente a una treintena de familias, con 18 niños, del siglo XXI. Como en el museo de Historia de la Ciudad del recinto medieval han hallado restos de la época en la que viven, aprovechan sus conocimientos para organizar visitas guiadas de lo más amenas. Esta actividad lúdico-cultural titulada ´Historia contada, historia creada´ se lleva a cabo un sábado al mes y tiene como objetivo explicar de forma dinámica los hechos relevantes y cómo se vivía en las diversas etapas históricas.

Ayer abarcaron del talaiótico a la romanización -en catalán- y repetirán esta visita en castellano el sábado día 17. En diciembre y enero tocará la ciudad medieval -"todavía no sabemos a quiénes representaremos"-; febrero y marzo es el turno de los siglos XVI y XVII; mientras que en abril y mayo llegarán el modernismo y la modernidad del XIX y el XX. "Es una experiencia pionera en Bellver. Ahora estamos en fase de pruebas, pero está yendo muy bien, incluso entre los extranjeros [las visitas también se hacen en inglés]", tal como se congratula la directora de las actividades del castillo, Isabel Pérez.

Espectáculo de clown

Cuenta que la idea surgió de un espectáculo de improvisación. Aquí entra en escena la segunda parte de la iniciativa, ya que tras las visitas guiadas, las familias asisten a una representación a cargo de un payaso. "Ave. Ludi Turis te salutant", dice a modo de bienvenida. Los niños atienden expectantes las explicaciones -entre bromas- para dar inicio a la actuación improvisada de la compañía Creative Commons según lo que decida el público. Tras un pequeño sorteo, la niña que tiene el número "iii", como lee la payasa, elige un personaje de los que han sido explicados durante la visita guiada. Heracles es el primer ganador y la clown Aina comienza su propia versión del semidios griego.

Aunque en principio ´Historia contada, historia creada´ está enfocada a niños de 8 a 14 años, durante las primeras sesiones han acudido menores y mayores y se lo han pasado igual de bien. Ayer algunos sabían casi tanto como Gelasia, la culta esclava griega, porque cuando explicó la historia de los honderos de las islas y preguntó a los asistentes si conocían la manera en que los padres enseñaban a sus hijos a utilizar la honda, el pequeño Marc Soler respondió con todo lujo de detalles.

Por una entrada de ocho euros cada niño -los padres acuden gratuitamente-, los visitantes descubren un castillo de Bellver diferente. Avanzan por la sala de la prehistoria, en la que Gelasia y Quartus Celsius cuentan cómo era la sociedad de entonces -al principio, nómada-; el tipo de edificaciones que tenían -entre ellas, las navetas-; los lugares de entierro; las herramientas; las armas; la gastronomía, etc. Y continúan el recorrido en la sala de Roma, donde los guías hablan de la conquista por parte de Quinto Cecilio Metelo, el primer asentamiento, la ampliación de la ciudad y sus edificaciones, así como numerosas curiosidades que sirven para aprender historia de forma muy entretenida.