Estaba previsto que fuera la jornada con más cruceros de todo el año, dado que seis eran los buques anunciados. Pero a última hora uno de ellos, el Saga Sapphire, pospuso a hoy su visita, siendo en total cinco los barcos que llegaron. No obstante, esta temporada sólo ha habido una jornada igual, la del pasado 15 de septiembre, en que llegaron también cinco barcos.

Los buques que amarraron en puerto fueron el Aidabella, perteneciente a Aida Cruises y dedicado al mercado alemán, nave bastante asidua en Palma, de hecho esta temporada tiene previstas un total de 19 visitas, siendo Palma uno de sus puertos base. También llegó otro habitual esta temporada, el Costa Mágica de Costa Cruceros, dentro de su periplo semanal. En total este año vendrá en 25 ocasiones, siendo uno de los grandes animadores. El tercero en llegar fue el MSC Sinfonía de la empresa MSC, otro clásico de cada semana, en total se esperan de él un total de 27 visitas al final de la temporada. Y finalmente llegaron dos buques más que son mucho menos habituales en nuestras aguas. Uno de ellos es el Marco Polo, hermoso barco con 47 años de navegación y que actualmente está fletado por la empresa Cruise & Maritime Voyages, que trabaja preferentemente para el mercado británico. Es una nave que perteneció a la extinta Unión Soviética y que inicialmente se llamó Aleksandr Pushkin, habiendo sido ampliamente reformado a principios de los años noventa, cuando recibió su actual nombre, siendo sus escalas en Palma bastante raras, de hecho este año es su única visita. Y finalmente a media mañana llegó el Black Watch, buque no tan antiguo como el anterior, pero que ya tiene sus años, pues entró en servicio en 1972, habiendo sido alargado 28 metros en 1981. Desde el año 1996 pertenece a la empresa Fred Olsen. Se trata de un buque dedicado preferentemente al mercado británico y esta es la segunda vez que viene a la ciudad este año.

En total, y según los datos facilitados por los consignatarios, 8.309 fueron en total los turistas que llegaron ayer, teniendo en cuenta que dos de los buques, el Marco Polo y el Black Watch, son bastante más antiguos y menores que los otros tres, portando cada uno algo más de 700 pasajeros.

Este importante número de cruceristas se dedicaron una parte a hacer excursiones por la isla, y otra importante a visitar el centro de la ciudad, que se vio muy concurrido.

De aquí a final de año se esperan aún unas 75 escalas, lo que confirma que la temporada de cruceros no se termina en septiembre como hace unos años, sino que se alarga hasta finales de noviembre.