La fotografía corresponde al año 1921. A la derecha, un grupo de hombres encamina sus pasos hacia el Ayuntamiento de Palma, que asoma discretamente al fondo de la imagen. El fotógrafo centró el objetivo de su cámara en un edificio que se encontraba en pleno proceso de demolición. Recogió las obras para suprimir la llamada illeta de Cort. El objetivo er agrandar la entonces diminuta -y en la actualidad solo un poco crecida- plaza que ha estado siempre en el eje de la vida municipal.

La plaza de Cort también era conocida como plaza de Sant Andreu en los documentos más antiguos. La razón es que en la actual sede del Ayuntamiento estuvo el hospital de Sant Andreu. Desde el medievo y hasta el siglo XIX era un mero ensanchamiento de calles que confluían en aquel punto. Con la apertura de la calle Colom, el ágora de los palmesanos ganó importancia y prestancia. Colom unió la sede del ayuntamiento con la plaza Major o de Abastos. El acuerdo para abrir la nueva vía se adoptó en 1862 y las obras se ejecutaron tres años después. Supuso eliminar o integrar varias vías existentes hasta entonces y eliminar bloques de viviendas. El siguiente paso fue derribar la illeta de Cort.

Se trataba de un grupo de casas delimitado, además de por la propia plaza de Cort, por las calles del Infern, la de la Ferreria dels llums y por la plaza de las Copinyes -confluencia de las calles den Brossa, dels Bastaixos -actualmente Jaume II- y de la Costa de Sant Domingo.

Con la finalización de los trabajos, la plaza de Cort se convirtió en el centro de las manifestaciones políticas, sociales y religiosas de la ciudad. Allí se celebra la fiesta de l´Estendard y por allí pasa la lledània el día del Corpus. Allí se congregaron los franquistas para apoyar al régimen frente a las agresiones de la Europa masona y comunista y los miles de personas que defendían la democracia el 23 de febrero de 1981 o el día que mataron a Miguel Ángel Blanco. Cort, gracias al derribo de la illeta, se convirtió en una plaza digna de este nombre.