En los últimos meses la crisis ha disparado el aumento de comercios de ropa de segunda mano en Ciutat. Lo cierto es que, tanto en la periferia como en el centro de la ciudad, se pueden encontrar diversos establecimientos que compran ropa usada a un euro el kilo, que después la venden a irresistibles precios. Es por esta razón que Deixalles quiere recordar que históricamente siempre ha realizado recogidas de ropa con fines no lucrativos en la isla. La presidenta de la entidad consideró ayer, durante la presentación en sociedad de la nueva campaña ´Posam fil a l´agulla amb la teva roba´, que la proliferación de este tipo de tiendas no les influye negativamente y, además, señaló que sensibilizan a la sociedad, ayudando a la difusión del mercado de la segunda mano. Por contra, Martí denuncia la aparición de algunas "entidades no trasparentes", con ánimo de lucro, aunque confiesa que es "lícito" que haya nuevas empresas que comercialicen con ropa de segunda mano.