El santo procesionó y el gentío que le siguió bailó la tarantela del grupo Whisky Facile. El inicio de las fiestas de sa Gerreria no pudo ser más exitoso. Un centenar de personas acudieron a la llamada de Sant Rescat, la imagen que la asociación vecinal Canamunt rescató de una casa antigua para convertirla en protagonista del pasacalles que se celebró ayer por las principales calles y plazas del casco antiguo.

Bajo palio –una sombrilla–, con paso a costal y dos símbolos de los tiempos que corren –un salvavidas y un remo–, la imagen iba precedida por un estandarte naranja y le acompañaba una hermandad del mismo color, ya que muchos asistentes hicieron caso de las recomendaciones de los organizadores y se vistieron así para la ocasión.

Calentaron motores con los primeros acordes del grupo de pseudoitalianos en la plaza Nova de Ferreria y comenzaron esta procesión laica por la calle del mismo nombre, hasta que otra plaza se cruzó en el camino. En la Quartera, las canciones Volare o la banda sonora de El Padrino convirtieron la terraza del bar Gaudí en una improvisada sala de conciertos.

Las ´primas de riesgo´ se iban soltando gracias a la botella de vino que corría de mano en mano. Y así de una plaza a otra, como por ejemplo Quadrado, donde una tarantela llegó a su punto álgido e hizo salir a toda la clientela del hostal allí ubicado. Más de un turista seguramente dudó sobre dónde se encontraba veraneando. También dejaron huella en los bares de Llorenç Bisbal y en la concurrida plaza de´n Coll, pero no tanta en las vías comerciales, porque las tiendas ya estaban cerradas.

El barrio de sa Gerreria quiso hacerse oír durante su primer día de fiesta, que finalizó con un sopar a la fresca. Sin embargo, la gran celebración tiene lugar hoy. Empezarán con otra cena al aire libre y el pregón de la conocida vecina Kika Coll para seguir con música verbenera y rockera.