El estadio del Lluís Sitjar no podrá ser demolido hasta que los tribunales de justicia se hayan pronunciado sobre el recurso interpuesto por el Real Mallorca contra la declaración de ruina del antiguo campo de fútbol. El Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) ha estimado el recurso presentado por la representación legal de la entidad deportiva en el que se acepta la medida cautelar de suspensión de la demolición del estadio ordenada por la gerencia de Urbanismo de Cort el 7 de abril del año pasado.

En primera instancia se había dado la razón al Ayuntamiento y se había denegado la medida cautelar de suspensión de la demolición. No obstante, el TSJB considera que la demolición del inmueble, cuyo valor supera los 7 millones de euros, "ocasiona perjuicios económicos evidentes a la propiedad, la cual tiene la intención de reconvertirlo en un establecimiento deportivo y de ocio, sin que la afectación a los intereses generales se considere superior ya que, a través de las medidas cautelares impuestas en la resolución administrativa impugnada, se evitan los peligros y riesgos que la Administración trata de evitar".

Así pues, la orden de demolición queda a la espera de si se acepta o no por parte de los tribunales la declaración de ruina declarada por el ayuntamiento de Palma. El club de fútbol interpuso un recurso contra esta resolución puesto que se trata de una ruina económica y no técnica y que su mantenimiento no supone, en ningún caso, un peligro inminente, ya que se han adoptado las medidas cautelares ordenadas por Cort. La sociedad deportiva entiende que la declaración de ruina fue una estrategia del anterior consistorio para pagar menos por la expropiación del estadio.