Los bares piden el mismo rasero en la normativa de terrazas

Los establecimientos consultados esperan que la nueva ordenanza de la vía pública acabe con la discriminación existente

raquel galán palma

Nadie señala a nadie con el dedo, aunque los restauradores consultados coinciden en que "hay bares que tienen enchufe" o "zonas de Palma donde la ley es más permisiva". En definitiva, que "el Ayuntamiento no aplica a todos el mismo rasero", según la expresión utilizada por varios de los propietarios o encargados de negocios emblemáticos del casco antiguo. Por este motivo, esperan que la nueva normativa de ocupación de la vía pública sirva para que el Ayuntamiento termine con la discriminación existente actualmente, ya que se encargará de regular horarios, la ocupación de mesas y sillas, y el tipo de mamparas y estufas que se utilizan, entre otros aspectos que afectan a las terrazas de los establecimientos.

Por el contrario, el propietario del conocido Bar Bosch, Onofre Flexas, opina que la ordenanza aprobada inicialmente la pasada semana –ahora pendiente de las alegaciones– "no debería utilizar el mismo rasero, debido a que las características de cada zona son diferentes". Hace referencia a los horarios de cierre de las terrazas, ya que "Cort debe ser estricto en las zonas conflictivas, con gran número de bares en un espacio pequeño, porque perjudica a los vecinos", destaca. Pero pide más laxitud en negocios como el suyo, ya que "jamás ha habido ningún problema de ruidos ni denuncia vecinal desde que fue abierto en 1936". Su horario de cierre es las dos de la madrugada y la nueva norma establece que las terrazas tendrán que vaciarse a las doce de la noche, y a las doce y media los fines de semana.

El encargado del bar Lírico, Salvador Ferrer, cree injusto que haya diferentes varas de medir la tasa de ocupación de la calle con mesas y sillas. Se calcula según los metros cuadrados, pero existen tres categorías, dependiendo de la zona en la que se encuentre el bar o restaurante. "Los negocios que estamos bien situados no tendríamos que pagar más por utilizar la vía pública, porque nuestro alquiler es más elevado precisamente porque elegimos una buena zona". Por ello pide al equipo de gobierno de Cort "que la nueva ordenanza use el mismo baremo para todos".

La calle Fábrica ha sufrido con dicha tasa las consecuencias de pasar a ser de mayor calidad, ya que ahora está considerada como "categoría especial" y el precio de ocupación de la vía pública "se ha duplicado", tal como critica el portavoz de los restauradores, Josep Lluís Bestard.

El gasto de las estufas

En cuanto a las estufas, tanto el Lírico como el Moderno fueron previsores. "Todavía no hemos comprado nada, porque fuimos a ver algunas, pero supimos que en Francia habían prohibido un modelo y, como aquí no había una norma, decidimos esperar", en palabras de Ferrer. Lo mismo hizo el dueño del bar situado en la plaza Santa Eulàlia, Narciso Botey, quien aguardará a tener la ordenanza definitiva en la mano y hablar con el responsable de Interior del Ayuntamiento antes de adquirir nada, porque "es una gran inversión que no se puede hacer en balde".

La nueva norma prohíbe que los calefactores para las terrazas sean los que tienen forma de seta e impone los modelos con cierre transparente, por lo que numerosos bares han invertido unos 300 euros por cada aparato, que tendrán que sustituir en el plazo de un año. El motivo es que los otros son más seguros.

Mejora estética

Respecto a los requisitos que se piden para las mamparas, según Botey "es bueno que exista una cierta uniformidad y una imagen de calidad". La norma ahora en periodo de alegaciones indica que estos protectores contra el viento y el frío deben medir un máximo de 1,70 metros de alto y ser de cristal o metacrilato, y no de lona o plástico, como muchos actualmente.

Según destaca Ferrer, "hay que aprovechar los doce meses del año, porque la restauración no es un negocio que se saque adelante fácilmente". Sin embargo, en la avenida Antoni Maura, Cort les exige "unos toldos que no sirven para nada, porque no cortan el frío y son coladores siempre que llueve", por lo que espera que la nueva ordenanza les sirva para mejorar esta situación.

El portavoz de Fábrica confía en ello, sobre todo por la estética –"ahora hay mamparas en las que parece que los clientes están en una jaula"–, aunque también afirma que "servirán para que la comodidad sea mayor, ya que muchos se sientan en la terraza de un bar o restaurante creyendo que están en el de al lado, porque la falta de separaciones apenas distingue unos de otros".

Por último, Bestard aplaude la apertura durante media hora más los fines de semana.

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