Las primeras cuentas de Isern

Los presupuestos dicen más de las políticas y prioridades de un gobernante que sus discursos. Y las primeras cuentas municipales de Mateo Isern, a falta de poner la lupa sobre el detalle, hablan de contención, hasta reducir el gasto a niveles de 2006, así como de una renuncia a llevar a cabo cualquier tipo de inversión nueva más allá de las ya iniciadas en la fachada marítima, el Palacio de Congresos o Son Moix, lo que ya es mucho con la que está cayendo. Cort pretende además ir amortizando la deuda municipal y dar prioridad al pago a proveedores, un capítulo cuya desatención iniciada ya durante la etapa de Aina Calvo está dejando a demasiadas víctimas en la cuneta, empresas y particulares, por los impagos de la administración. En este contexto, es de aplaudir que el alcalde lleve dos días promocionando Palma en Madrid, el martes en el Foro Exceltur y ayer en el arranque de Fitur. Y no tanto por los resultados directos de su visita, que ya se verán, como por el hecho de que sea la primera vez que un alcalde de Palma asume esta tarea en primera persona llevando el nombre de la ciudad donde tiene que estar una capital turística. Ya era hora.