Los trabajadores exigen a Emaya que termine con el acoso laboral

r. galán palma

­Un representante del comité de empresa de Emaya continúa su protesta frente a la sede atado a una columna en nombre de los trabajadores para exigir que la dirección termine con el acoso laboral al que se ven sometidos varios compañeros. El delegado sindical Miguel Romero inició su reivindicación el lunes sobre las siete de la mañana y sólo se bajó del pilar donde está atado "tres horas por la noche para dormir un poco y recobrar energías", tal como explicó el presidente del comité, Julián Sánchez.

El jefe de recursos humanos, Carlos Nadal, les visitó ayer para ofrecerles una reunión en la que hablar sobre los problemas que denuncian, aunque Sánchez le recordó que han tenido muchas reuniones "donde se ha tratado el acoso laboral y todavía no se ha visto ningún movimiento por parte de la empresa. Para qué hay que hablar más si luego no hacen nada", lamentó.

Mientras tanto, Romero sigue atado a la columna y baja media hora cada diez horas para poder recibir un masaje relajante y así destensar los músculos y entrar en calor.

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