La Universidad de las Islas Baleares (UIB) ha considerado hoy "inadmisible" el cambio del nombre de Palma por el de Palma de Mallorca, ya que el uso actual es el tradicional y el otro es el habitual "para la gente de fuera" o la Administración "en lengua castellana".

De esta forma, como ya hizo hace poco sobre el topónimo de Mahón y la intención del PP de cambiarlo, el Departamento de Filología Catalana y Lingüística General de la Universidad de las Islas Baleares sale al paso de la intención del Ayuntamiento de Palma de cambiar el nombre actual de la ciudad por el de Palma de Mallorca.

La UIB explica que Palma es el nombre con que se designó la ciudad desde su fundación por los romanos hasta la llegada del poder musulmán a principios del siglo X.

Durante la época musulmana la ciudad abandonó el nombre romano y adoptó un nuevo nombre basado en el nombre de la isla, mientras que después de la Conquista de 1229 y la formación de una nueva sociedad, la ciudad fue identificada como Mallorca, al igual que la isla.

La universidad balear argumenta que varias figuras del Renacimiento usaron y reivindicaron el nombre clásico de Palma, aunque éste no se "reimpuso oficialmente" hasta principios del siglo XVIII.

"A partir de entonces Palma, sin ningún añadido, ha sido el nombre oficial durante más tiempo", según la UIB.

De hecho, añade, el real decreto de 1833 que definía la división territorial de España estableció que la capital de las Islas Baleares era la ciudad de Palma "con esta forma exacta".

"La forma compuesta Palma de Mallorca fue generada fuera de nuestro archipiélago, bien avanzado el siglo XIX, como consecuencia de unas necesidades externas de diferenciar Palma de otras ciudades con nombre similar", explica.

Se trata, según la universidad, de "un nombre usado más para la gente de fuera de nuestra comunidad lingüística" que por "los componentes de esta comunidad y un nombre especialmente vinculado a una administración en lengua castellana".

El Departamento de Filología Catalana de la UIB argumenta también que el Estatuto de Autonomía de las Illes Balears establece en su artículo 7 que "la capital de las Islas Baleares es la ciudad de Palma", y esta norma jurídica es de alto rango y vincula toda la normativa de nivel inferior.

Para la universidad balear, el nombre Palma de Mallorca es "inadmisible" porque "tiene una tradición muy limitada frente a la gran tradición del topónimo Palma y porque representa una visión desde fuera, cuando la toponimia, como parte integrante del patrimonio cultural, debe ser establecida, por lógica y por ley, de acuerdo con los valores culturales propios del país".

La UIB asegura que como ciudad conocida internacionalmente "y no habiendo ninguna otra ciudad en las mismas circunstancias", la adición de elementos complementarios o diferenciadores es más "un factor empequeñecedor que generador de prestigio para la ciudad, como lo sería el hecho de añadir estos complementos en cualquier ciudad europea de las características de Palma".

"Por todo ello, sería inadmisible y contrario a la toponimia tradicional en lengua catalana la sustitución del nombre actual de Palma por el de Palma de Mallorca", concluye la UIB.