Mujeres de hoy

"Nos recortan las ayudas porque saben que no dejaremos a los chicos solos"

Directora de la Asociación de Padres de Niños Autistas de Balears contempla con estupefacción la respuesta de los actuales gobernantes a la crisis: "Es salvaje e insensible"

Lourdes Durán

Estudiaba en el almacén del bar de sus padres en Madrid. En la España de finales de los 70 no existía la carrera de Psicología como tal, sino que estaba cobijada en el guante de Filosofía. Maribel Morueco era una de las alumnas de Ángel Riviere en la Autónoma de Madrid, uno de los máximos estudiosos del autismo en España. Entre las opciones de Psicología clínica, Educación o Psicología de empresa quedaron descartadas las dos últimas por aquella madrileña que vivía en la plaza Mayor. "¡Cómo iba a hacer Psicología de empresa. En aquel tiempo, eso era de fachas...!", apunta con una sonora carcajada.

Precisamente la risa de Morueco es una de sus características a simple vista. La procesión podrá ir por dentro, pero no quiere molestar. De la mano de Riviere llegó a Palma como técnica para montar la Asociación de Padres de Niños Autistas de Baleares. Fue el pensamiento y su comunicación con el lenguaje el enganche hacia un mundo prácticamente desconocido. Tras 32 años en Gaspar Hauser, Morueco no se cansa de repetir: "Mis dos hijos y el autismo son lo mejor que me ha pasado en la vida".

Como tantos responsables y trabajadores sociales contempla con estupor los recortes del actual Ejecutivo de José Ramón Bauzá. "Es salvaje e insensible. Lo hacen en este campo y en educación porque saben que no vamos a dejar solos a los chicos". Al Centro Gaspar Hauser le deben 541.000 euros. Los 82 trabajadores, incluida ella, no han cobrado su salario desde finales de agosto. "Los trabajadores son un diez, pero claro que hay crispación", confiesa. "Tengo miedo de que alguien no resista", añade. Con el nubarrón más negro, no cree que se pueda hablar de "peligro de cierre" de un centro modelo que trata a 380 personas, algunas allí mismo, y otras derivadas a otros lugares y escuelas.

—Llega a Mallorca de la mano de un Ángel.

—(Se levanta y va a buscar una foto en la que se ve a la alumna, ella, con el profesor, Ángel Riviere) ¡Mira, mira! Sí llegue aquí por él, y también porque tenía un novio que hacía la mili en Palma. Los dos queríamos vivir en Granada o en Santander, y ya nos pareció bien esta ciudad.

—¿Qué panorama encontró?

—La Asociación de Padres de Niños Autistas existía y me cogieron como técnica. Había tres niños de tres familias. Tuve que conseguir ayudas. ¡Mi sino es depender de las subvenciones...! Al principio, cada vez que tenía que redactar un informe, me entraba el pánico y tardaba una semana. Aquí estaba sola, pero tiré del teléfono y llamaba a Ángel para pedirle consejo. En el 79 el Consell nos dio 400.000 pesetas y el escritor Miquel Ferrà y su mujer me ayudaron mucho. Él nos dejó un aula, el primer colegio, ´ilegal´, que tuvimos, y a aquellos tres niños se sumaron dos más. No olvidaré nunca la imagen de los cinco con su maletita. Fuimos creciendo y creciendo...

—Hasta llegar a la Casa Cuna, la sede de Gaspar Hauser.

—Sí. Supe por la novela de José Carlos Llop El informe Stein que se conocía el lugar como Casa de la Luz. ¡Qué metáfora!

—Nos movemos entre símbolos. ¿Usted cree como Oliver Sacks que el autismo es un modo de ser completo, una forma de identidad?

—Si lo es pero un porcentaje cada vez menos elevado tiene discapacidad mental. Los cogemos antes y por eso mejoran mucho.

—¿Quién es un autista?

—Es una persona que tiene un funcionamiento mental o cognitivo distinto al nuestro.

—¿Tiene curación?

—Curarse no, pero mejoran. La esperanza de vida no es corta si no normal. Lo que sí es cierto es que envejecen antes, quizá sea debido a la medicación o a la conmorbilidad que ha puesto de manifiesto, por ejemplo, que los que padecen el síndrome de Asperger tienen también depresión.

—¿Hay muchos casos registrados en Mallorca?

—Ahora se está haciendo registro a través de Sanidad y Educación para que no se nos escape ningún niño. Conocer el censo es una herramienta fundamental pero aún no sabemos cuándo estará acabado. De todos modos no creo que haya ningún autista en Balears que no esté registrado.

—¿Cómo distinguir en un adulto si es autista o padece otro trastorno mental? Por ejemplo, en la cárcel hay sospechas de que algunos internos son autistas.

—El hilo entre discapacidad y salud mental es muy fino. Estoy convencida que hay autistas encerrados por la sencilla razón de que antes no se diagnosticaba el autismo y simplemente se les acababa encerrando en un psiquiátrico o en la cárcel.

—¿El autismo desarrolla la delincuencia?

—No, lo que ocurre es que no distinguen el engaño y son fácilmente manipulables. Les puedes convencer para que hagan algo que no está bien.

—¿Un autista puede vivir solo?

—Sí, pero con supervisión. Tenemos uno que está estudiando en la universidad con Juan Montes de Oca. Tiene novia. Un 25 por ciento puede tener un grado de mayor independencia.

—¿Ayudan actualmente las nuevas tecnologías?

—Son mano de santo porque los autistas se mueven bien en el campo visual. Hablan con imágenes. Para ellos la piedra angular es la información visual. Por eso son más artísticos, porque son muy creativos.

—¿Cómo se defiende un psicólogo? En su caso, ¿cómo se protege del autismo?

—Estar en contacto con ellos no implica volverte autista, más bien al contrario. Aumentamos la comunicación, la relación con los demás y la imaginación, pero por efecto rebote nos volvemos también más imaginativos. Tenemos mente colectiva. En el centro hay una mente así.

—¿Una familia?

—No es como la familia sino como la amistad, que eliges. Y volviendo a tu anterior pregunta, no me protejo de nada porque no me canso de repetirlo: Mis dos hijos y el autismo son lo mejor que me ha pasado en mi vida.

—El Govern no para de recortar en ayuda social y en educación. ¿Hasta dónde les alcanza la tijera a los autistas?

—El abuso es con las familias y trabajadores. En general me da miedo porque lo que observo es una involución, es como si volviéramos un siglo para atrás. Ahora todo es economía. De no mirar el dinero a convertirnos en bancos en miniatura. Mis hijos son veinteañeros, han estudiado carreras. Uno no tiene trabajo y el otro se las va apañando. Creo que la crisis les despertará en una mayor solidaridad y espero que en un menor consumismo. Los gobernantes juegan con ventaja porque saben que los trabajadores en temas sociales no vamos a dejar en la estocada a los usuarios. ¿Cómo vamos a dejar de atender a los niños?

—¿Acabaremos en las barricadas?

—Creo que no. Soy optimista. Espero que no se pierdan la calidad en la enseñanza y que no vuelva a ser todo asistencial. Costó mucho trabajar desterrar el concepto de beneficencia en España. Si nos quitan el ratio, hay peligro de que quieran que volvamos a los hospicios. La calidad en cuidar a una persona es muy amplia. Hablamos de desarrollo. En el libro Kaspar Hauser de Feuerbach se habla de esto como un delito del alma. Si recortas dejas que sean menos personas. Esto deben tenerlo en cuenta los que gobiernan.

—Imagino que habrá escuchado más de una vez decir eso de ´si pareces una autista´.

—Sí, y me sienta como un tiro. Tuve que llamar la atención al cantante Daniel Higiénico porque la utilizaba mal en una canción. Es una palabra especial y cuando oigo que la usan mal me subo por las paredes.

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