La iglesia de Sant Miquel celebró ayer la fiesta del beato Juan Pablo II. Esta parroquia fue de una de las primeras del mundo en disponer de una capilla entera dedicada a la memoria del Papa. Este espacio se inauguró el pasado mes de mayo coincidiendo con el aniversario de los 30 años del atentado que sufrió el máximo pontífice. De esta manera se rinde culto a su figura en la Diócesis de Mallorca. El vicario general, Lluc Riera, presidió este acto solemne.