El Real Club Deportivo Mallorca se comprometió ayer a ejecutar y costear las medidas cautelares que pesan sobre el Lluís Sitjar para evitar que el estadio represente un riesgo para las ciudadanos. Éstas consisten en desalojar a quienes ocupan el recinto de manera irregular, tapiar los huecos en la fachada para evitar el acceso al interior, reconstruir del muro de la zona oeste y sujetar la barandilla exterior.

Así lo informó ayer el Aayuntamiento de Palma después de la reunión que mantuvo el teniente de alcalde de Urbanismo y Vivienda de Cort, Jesús Valls, con el secretario y vocal del club, Miquel Coca y Biel Cerdà. De esta manera, el Real Mallorca, tras admitir haber incumplido los plazos de ejecución, pone de manifiesto su voluntad de dar cumplimiento al expediente urbanístico en curso.

No obstante, Coca y Cerdà recordaron que el club interpuso un contencioso administrativo mediante el cual recurre el expediente de ruina económica del estadio, que establece el 18 de enero de 2012 como fecha límite para completar los trabajos de derribo del estadio. El Ayuntamiento, por su parte, insistió en que no se le ha notificado dicho recurso.