´Quartos´ y helados
Se trasladó al actual de la calle Sans, que era un antiguo garaje, y lo transformó en lo que sigue siendo hoy, exactamente con los mismos muebles y decoración, desde donde surtió a los clientes de quartos, ensaimadas, cocas, crespells y helados de chocolate y almendra –el más tradicional–, entre otras delicias.
En los últimos tiempos, de vez en cuando Martorell continuaba ayudando en el horno en lo que podía, como rememora uno de los trabajadores. Sin embargo, las imágenes más recordadas son la de Joan sentado en su silla, charlando con clientes de toda la vida o participando en alguna de las tertulias que organizaba hace años con varios amigos en el histórico local.
Uno de los participantes, muy afectado, instó a "recordar los buenos tiempos vividos y guardar silencio durante estos días" por la memoria del propietario de Can Joan de s´Aigo y otros tertulianos también desaparecidos. "Ha sido un mazazo", resumió.
El origen del negocio, de 1700, se remonta a los hombres que se dedicaban a recoger la nieve que almacenaban en las cases de neu de la serra de Tramuntana. La prensaban y la bajaban a Ciutat, pero uno de ellos, llamado Joan, decidió abrir un negocio donde vendía además agua con hielo, que posteriormente combinó con un poco de zumo de fruta. De ahí hasta nuestros días, con otro Joan que ayer dejó a su familia y a miles de clientes y amigos.