El equipo de gobierno de Mateo Isern ha optado por una solución mixta para sustituir el trazado del carril bici de las Avenidas. Un treinta por ciento del nuevo recorrido discurrirá en realidad por la calzada de calles interiores sin que haya un carril bici específico, aunque los vehículos de dos ruedas tendrán preferencia y la velocidad máxima será de 30 kilómetros por hora.

De esta forma, se evita la supresión de un gran número de estacionamientos –sólo se eliminan 60 frente a los casi 300 que se deberían anular si el trazado alternativo que sustituye el carril bici de Avenidas fuera en su totalidad una ruta de similares características. El concejal de Movilidad del ayuntamiento de Palma, Gabriel Vallejo, justificó la decisión por ser una promesa electoral, aunque reconoció que el nuevo trazado no había sido consensuado.

La operación, que comenzará el próximo jueves y se prevé que esté lista el mes de septiembre antes del inicio del curso escolar, tendrá un coste de 196.000 euros. El concejal restó importancia a la inversión puesto que, afirmó, el mantenimiento del carril bici habría supuesto un gasto de aproximadamente el 55 por ciento de la anterior cantidad.

El trazado alternativo arranca al final del paseo Mallorca. En Rubén Darío, Santiago Rossinyol y la plaza Berenguer de Palou se señalará un carril bici en calzada. Tanto en Rubén Darío como en Santiago Rossinyol se eliminará una de las dos filas de estacionamientos en cordón. A partir de Berenguer de Palou el carril desaparece y las bicicletas deberán circular por la calzada de Cecilio Metelo en sentido ascendente y la de Reina Esclaramunda, en sentido descendente.

Se trata del primer tramo de las denominadas ciclocalles, vías que estarán señalizadas tanto verticalmente como horizontalmente, en las que la velocidad máxima es de 30 kilómetros por hora y las bicicletas tendrán circulación preferente.

El trazado alternativo continúa por un tramo de Sant Miquel. En la parte peatonal de esta calle, así como en la de Marie Curie y la plaza de España el carril se pintará sobre la calzada. En el tramo del Bastió de Berad habrá también un carril en calzada hasta la plaza del Comtat del Rosselló, punto en el que deberán circular por Velazquez en sentido descendente y por Anselm Clavé, en sentido ascendente, convertidas ambas en ciclocalles. En la plaza de Alexandre Jaume habrá un nuevo tramo de carril bici señalizado en calzada, y se conectará con el carril existente en Mateu Enric Lladó por la porta de Sant Antoni, también convertida en ciclocalle y se utilizará el existente en la calle Maneu en sentido ascendente.

El concejal indicó que en las Avenidas se recuperará el tercer carril en el sentido de circulación hacia el mar, suprimido cuando se ejecutó el reservado a las bicicletas. De esta forma, justo después de la acera se volverá a pintar el carril bus y taxi y, a continuación, los tres destinados a los vehículos. Vallejo justificó también la supresión por los constantes "embotellamientos" que se producían en las Avenidas, vía en la que en sentido hacia el mar se registra una media diaria de 18.000 coches frente a las 800 bicicletas contabilizadas en ambos sentidos.

El tramo que se sustituye tiene una longitud de 1.551 metros y la de la alternativa contando las calles preferentes para bicicletas será de 2.027 metros. Desde los grupos municipales de la oposición se criticó duramente la medida por cuanto, tanto el PSOE como el PSM-IV-ExM consideran que la alternativa es peor que el trazado existente.

El concejal socialista José Hila, criticó que se haya incumplido un acuerdo plenario que obligaba a consensuar el nuevo trazado del carril bici. Además, auguró que se producirán "importantes embotellamientos en la zona del mercado del Olivar y que se trata de un trazado mucho más inseguro que el existente por las Avenidas".

De esta forma, consideró que los 190.000 euros que se destinan a esta alternativa no van a servir para nada, y recordó que esta cantidad "es el sueldo de un mes" de las 340 personas que debían contratarse para los programas del SOIB.

Para el portavoz de los econacionalistas, Antoni Verger, "se trata de otra aberración", que "empeora la situación actual, con un trazado más inseguro, más zigzagueante y que deja de cumplir la función de nexo de unión con el resto de la red".