El concejal de Urbanismo, Jesús Valls, se comprometió ayer con la Asociación para la Rehabilitació dels Centres Antics (ARCA) a proteger el barrio de Santa Catalina estudiando cambios en las normativas urbanísticas pero afirmó que ya no hay tiempo y es difícil la conservación del edificio, situado en el número 31 de la avenida Argentina, alegando una cuestión de seguridad jurídica, ya que dispone de una licencia de demolición y la tramitación de la licencia de obras está muy avanzada, tal como recordó en el pleno municipal del pasado jueves.

Este inmueble iba a ser derribado el pasado mes de mayo y el anterior equipo de gobierno de Cort paralizó su demolición ante las protestas de ARCA, que solicitaba su protección por su valor patrimonial. El Consell de Mallorca decretó la paralización del derribo de forma cautelar y temporal. Sin embargo, la ponencia técnica del Consell celebrada a mediados del pasado mes de junio no consideró que el inmueble tuviese valor suficiente para ser declarado Bien de Interés Cultural (BIC), aunque podía ser incluido en el catálogo municipal. De esta manera dejaba en manos del consistorio la decisión final sobre el futuro de este edificio.

Evitar el derribo

El responsable de Urbanismo de Cort reiteró que el inmueble de avenida Argentina es una herencia imposible de modificar aunque desde ARCA consideran que todavía existe tiempo para cambiar la situación y evitar su derribo.

La portavoz de ARCA, Àngels Fermoselle, que estuvo presente en la reunión de ayer, recordó que la Ley de Patrimonio obliga a conservar elementos patrimoniales aunque estos no tengan ningún nivel concreto de protección. Es suficiente con que esos valores sean demostrables.

La asociación proteccionista considera que este inmueble tiene esos valores ya que el catálogo municipal provisional pendiente de aprobación en el pleno ya incluye esta edificación. El Consell de Mallorca ya emitió un informe en el que reconoce sus valores de interés local y por este motivo pedía su inclusión en el nuevo catálogo municipal.

"Mientras el edificio siga en pie tenemos esperanzas de salvarlo y evitar que una nueva construcción destruya el ambiente de este barrio", aseguró Fermoselle. Recordó que ARCA lleva ocho años reivindicando la protección de Santa Catalina y es positivo que el nuevo equipo de gobierno esté dispuesto a hacerlo posible.

ARCA montará una mesa en el mercado municipal de Santa Catalina para recoger firmas a favor de la protección del inmueble de la avenida Argentina.

La entidad proteccionista aprovechará la ocasión para dar información a los vecinos sobre la situación actual de este edificio y los motivos por los que se pide su protección. ARCA inició hace una semana una campaña para coger firmas.