Hay personas que tienen un pacto con el tiempo: le sacan más horas de las que tiene un día. Francesca Coll Crespí es una de ellas. Tiene 35 años y las cosas muy claras. "Es cuestión de cuadrar muy bien la agenda", señala. Claro que con sacrificios: "El día me cunde porque me he quitado uno de mis vicios, dormir", confiesa. Cada día deja Santa Eugènia, donde vive en un llogaret, y se desplaza a Palma donde trabaja en la consulta de un médico. Canta en la Coral de les Illes Balears, en el Orfeón, es cap de colla –coordinadora- de los Gegants de su pueblo –hoy celebran una jornada de encuentro– y ha sido durante dos años voluntaria en la asociación Natura Park. Pero donde se encuentra la "pasión" de Francesca Coll es en la cocina. Desde el mundo virtual. Su blog Can Loi es uno de los más visitados, no sólo en Mallorca, sino en todo el mundo. Y ha sido elegida para representar a Balears en la aplicación gratuita de iPhone openkitchenesp, que cuenta con dieciocho bloggers de toda España. Su cocina ha llegado hasta Lima, hoy por hoy, en boga en la gastronomía mundial. Su credo es sencillo: "La vida hay que vivirla intensamente". Ella la saborea cada minuto.

—Tiene fama de ser una cocinera excelente pero no tiene restaurante...

—No... ¡Soy pobre! No soy cocinera. Estudié Literatura, aunque no acabé, y la cocina es una pasión que exploto como tal.

—¿Dónde se ´la puede comer´ entonces?

—Si tienes la suerte de ser amigo mío o de estar en alguna de las actividades en las que participo, posiblemente me comerás.

—Cocina virtual, ¿cómo se come eso?

—(Risas) ¡Pues es lo que hago! Es un sistema de propagar la cocina. Hoy todos estamos enganchados a un ordenador algún momento en el día. Es un portal increíble para cualquier persona en cualquier lugar del mundo. Abrí un blog hace cuatro años un día que me aburría en el trabajo. Jamás imaginé que sería tan visitado. Cuando llegué a mil visitantes decidí quitar la aplicación del contador porque no quiero obsesionarme con las cifras. No sabes quién te lee, sólo sabes que hay una persona ahí detrás y eso significa que gusta lo que haces, que te siguen, te envían mails.

—Incluso desde el extranjero cuando su blog está escrito en catalán.

—En catalán y con vocabulario de Mallorca porque tengo conciencia del vocabulario y el lenguaje a la hora de redactarlo. Me leen con traductores y me suelen preguntar el significado de palabras como cuixot o xua o tiragarçons que no las traducen.

—Aparte de un blog gastronómico, ¿qué es Can Loi?

—El nombre de mi casa, el apodo de la familia de mi padre, es donde vivo. Soy yo. Vengo de una familia de Santa Eugènia, mi padre trabaja en el campo, donde se cocinan alimentos de temporada, del huerto de casa, y donde respetamos las tradiciones.

—¿Qué es para usted la tradición?

—Lo que te mantiene con los pies en la tierra que es la tuya. Esto es Can Loi, volviendo a tu pregunta anterior. Es una enredadera que te engancha a los tobillos y a la vez te permite abrirte a más cosas.

—Incluso ¿ha llegado a Perú?

—Los dueños del local Koka K Into me han pedido para su inauguración (ayer sábado) que les pasara una carta de tapas con raíz mallorquina pero con productos de allí. Por ejemplo, ellos utilizan el ají y dentro de sus variadas gamas, tienen el rubio que es parecido al nuestro. Con él se puede hacer un trampó. El Koka K Into responde a la inquietud de unos jóvenes que trabajan en el concepto gastrobar cultural, donde conocer nuevas tendencias, músicas, cartas de comida distintas y que se pueden combinar con los productos peruanos. Hoy por hoy, el chef Gaston Acurio es uno de los más importantes, y la cocina peruana está en auge. Su concepto es el de que la gastronomía eleva la economía. Yo trabajo en esa línea. Vender calidad y excelencia no como se ha hecho tanto tiempo en Mallorca que nos hemos crecido dentro de la mediocridad. ¡Ah, en la inauguración sonó Antònia Font!

—¿Me está diciendo que la gastronomía mallorquina es mala o estamos ´hamburguesados´ como media humanidad?

—Aquí se puede comer muy bien, sencillo y muy rico como un pa amb oli con sus dos ingredientes de calidad. Si además lo acompañas con jamón ibérico, ya es el máximo placer, al menos para mí. Creo que ha habido un momento en el mundo de la restauración en Mallorca que se ha mirado más hacia fuera, comiendo no demasiado bien y pagándolo muy caro. Ahora hemos pasado al otro extremo, pagamos mucho por la comida mallorquina que en su esencia es austera. No sé porqué es tan cara, como no entiendo que los vinos de la isla, en relación calidad precio, tengan esos precios.

—El mundo virtual no sólo la sigue sino que la ha convertido en la representante balear en la aplicación del ´openkitchenesp´. ¿No somos más que red de redes?

—Llega un momento que te olvidas del hecho virtual, además acabas poniendo cara. He conocido a muchísima gente gracias al blog, he compartido cenas con ellos y he aprendido mucho de ellos. Haber sido elegida por el openkitchenesp te anima mucho, te sorprende estar al lado de gente tan buena como los del blog de La Cuina vermella o Pecados del monaguillo.

—¿Mallorca come en blog?

—Te sorprendería la cantidad que hay de blogs, algunos muy buenos, por cierto. En este mundo de blog gastronómicos hay de dos tipos: los que se limitan a poner recetas y los que están llenos de experiencias personales alrededor del mundo de la cocina, que es cultura. A mí me interesan los segundos.

—¿Cómo es el lector de Can Loi?

—Suele ser gente que no sabe cocinar o aquellos que buscan recetas concretas, por ejemplo, de la pasta de cocarroi, y también está el que se siente intrigado por el significado de las palabras. Otros llegan porque han hablado de ti en otros blogs.

—Trabaja media jornada, canta, está con los gegants, atiende el ordenador en su blog y para el iPhone. ¿Me puede decir cuándo cocina y, sobre todo, cuándo compra?

—Puedes preparar una cena exquisita en quince minutos o tirarte dos días para cocinar dos platos. Lo fundamental es tener una buena despensa. Yo compro siempre los martes en el mercado del Olivar productos frescos.

—¿Qué opinión le merecen los mercados de Palma?

—No se pueden comparar al de La Boqueria de Barcelona pero se han puesto las pilas en los últimos años tanto en la mercancía que ofrecen como en el arreglo del puesto. No entiendo porqué quisieron quitar el mercado ecológico, lo he probado y está muy bien. A mí me parece más absurdo que mantengan el baratillo de las Avenidas.

—Se ha declarado una persona muy arraigada a su pueblo, Santa Eugènia, pero pasa la mitad del día en Palma. ¿Le gusta?

—No podría vivir en una ciudad pero en Palma encuentro lugares, barrios, donde estoy a gusto. Por regla general, donde hay poca gente. No soporto las calles comerciales. En la ciudad, pese a explotarse aún ese rollo turístico ´chiringuitero´, aún encuentras locales genuinos, de verdad.

—En su blog reza: "Cuando hablar solo no es indicativo de locura". ¿No parece misántropa?

—Hablo mucho sola. Soy hija única. El blog es un canal de conversación.