Pedro del Arco, un niño de dos años al que las presas llamaban Pedrito, murió en la cárcel de mujeres de Can Salas, en la que estaba encerrada su madre, tras caerse en una caldera de leche hirviendo. "Es otra víctima de la Guerra Civil que hasta ahora no había sido contabilizada", afirmó Margalida Capellà, la autora de uno de los textos del memorial que Cort y el Govern instalarán en el cementerio de Palma. Ayer lo presentaron con motivo del 74 aniversario del fusilamiento del alcalde republicano de Ciutat, Emili Darder.

Pedrito, Darder y otras 1.567 víctimas de la Guerra Civil y de la represión en Mallorca tendrán su nombre inscrito junto al muro en el que fusilaron a la mayoría de ellas. "Era muy importante que apareciesen los nombres de las víctimas, rescatarlas gracias a una búsqueda muy difícil" que se inició hace cuatro años con el fin de "poder empezar a hablar de reconciliación", tal como explicó Maria Antònia Oliver, la presidenta de la asociación Memòria de Mallorca.

Según la regidora de Cultura, Nanda Ramon, este memorial "era una asignatura pendiente" que se resarcirá con una obra "sencilla, discreta, poco visible, aunque con una enorme carga simbólica", que estará terminada en un par de meses. Consiste básicamente en la escultura de una silla, que refleja la espera; otro monumento de bronce de un montón de ropa amontonada, que representa a las familias que buscaban a las víctimas a través de las prendas ensangrentadas que se acumulaban junto al muro tras ser desnudados los fusilados; y el mural con los 1.569 nombres de las víctimas de la guerra.

Durante un mes, los nombres y todos los datos que se pudieron recopilar sobre estas personas se podrán consultar en la página web www.tacostamlacultura.cat (en el enlace Mur de la Memòria) con el objetivo de que quienes tengan más datos o encuentren algún error puedan informar para cambiarlo. "También hay gente sin identificar, pero que se sabe que son víctimas de la represión y por eso tienen un lugar en el memorial", destacó Oliver.

La presidenta de Memòria de Mallorca detalló que la citada escultura del montón de ropa "se ha realizado con prendas de los fallecidos que han aportado sus familias. En el Casal Solleric hicimos la composición, que se recubrirá de bronce".

Y se congratuló de que "este homenaje quedará para que los escolares lo visiten y aprendan" lo que ocurrió durante la Guerra Civil "y no vuelva a pasar".

El memorial costará 70.000 euros, aportados sobre todo por la concejalía de Cultura de Cort, con la ayuda de la conselleria de Asuntos Sociales; y en él han participado el arquitecto Josep Quetglas, los escritores Llorenç y Margalida Capellà, el escultor Andreu Pasqual y la asociación Memòria de Mallorca, entre otros. Impulsado por la citada entidad, hará posible "que las familias y los seres queridos tengan un lugar en el cementerio donde despedirse de los fallecidos, ya que durante más de 70 años se les ha privado de un espacio para su recuerdo. Hoy se empieza a reparar", tal como recordó la presidenta de la Funeraria, Begoña Sánchez.