El departamento de Movilidad de Cort prevé mantener la prohibición de que las bicicletas puedan circular sobre las aceras. El borrador de la nueva ordenanza, que se esta negociando con los grupos municipales para su aprobación inicial, no contempla la posibilidad de que los vehículos de dos ruedas puedan circular sobre las aceras que tengan una anchura de un mínimo de tres metros, tal como prevé autorizar próximamente la Dirección General de Tráfico (DGT).

Se trata de un cambio en la normativa que no va a ser obligatorio, según indican desde el departamento de Movilidad de Cort, sino que cada Ayuntamiento podrá adaptar a sus necesidades. De hecho en estos momentos hay ordenanzas como la de Barcelona, que permiten a las bicicletas circular sobre las aceras cuando éstas tienen un ancho de cinco metros y dejando un espacio de tres metros de separación de los edificios, para el uso exclusivo de los peatones.

Se considera que en Palma la excepción sería de difícil aplicación por cuanto hay pocas aceras de más de tres metros y, además, el uso de las bicicletas aún no está tan generalizado como para poder convivir con el peatón en un mismo espacio. De todas formas, el borrador de la ordenanza deja la puerta abierta a excepciones, puesto que la norma general que prohíbe la circulación de bicicletas en aceras, parques, jardines y calles y zonas peatonales puede modificarse puntualmente mediante decreto de alcaldía.

La nueva normativa establece sanciones por circular sobre las aceras o calles peatonales que oscilan entre los 100 y 500 euros, en función de si la falta se considera grave o muy grave y por el grado de peligrosidad de la acción. Los menores de 12 años podrán circular por las aceras o calles peatonales bajo la autorización o supervisión del padre, madre o tutor.

El pasado mes de diciembre el borrador de la nueva ordenanza fue repartido entre los colectivos de taxistas, asociaciones vecinales, el Gob y Masa Crítica, entre otros.

Una de las novedades es que establece una velocidad máxima para las bicicletas que va de los 25 kilómetros a la hora, cuando circulen por los carriles bici separados, o de 10 si el carril está integrado en la acera. Los vehículos deberán llevar timbre y, cuando circulen por la noche, luces.