El pasado miércoles, cuando media Palma pensaba en celebrar la Revetla de su patrón, se cumplió un siglo de la muerte de uno de los pintores que mejor han captado la atmósfera de la ciudad en la transición del siglo XIX al XX. Antoni Ribas i Oliver nació el 17 de febrero de 1845 y fue bautizado en la iglesia de Santa Eulàlia. Murió el 19 de enero de 1911. Su producción, eminentemente paisajística, también recoge escenas de la vida cotidiana de los palmesanos. Un tema le interesó especialmente: el del mar y sus gentes, las olas y los pescadores, las costas y las embarcaciones. Príamo Villalonga de Cantos estudió su obra en la tesis doctoral La pintura mallorquina en el siglo XIX. Los paisajes de la primera época (1860-1870) "están marcados por el academicismo de su ejecución y con fuertes ecos románticos". Con el paso del tiempo evolucionó hacia el realismo, se detuvo "en el umbral del impresionismo" y en su paleta se produjo el "triunfo de la luz". Ernest M. Dethorey escribió que "tota familia de qualitat tenia penjades a la ´sala bona´ obres d´en Ribas".

Muchos de sus cuadros son estampas de la Palma de su tiempo. También fue cronista visual de la capital al dibujar el acto oficial del inicio del derribo de las murallas para ´La ilustración española y americana´. Desde su primer ´Bosque y castillo de Bellver´ de 1865 hasta la ´Plaza de la Lonja´ pintado 40 años después, retrató la ciudad desde todos los ángulos posibles. Se inspiró en sus monumentos –la catedral, las defensas...–; en sus gentes –los marineros, mujeres en el lavadero...–; y, sobre todo, en sus costas. Ribas pintó Palma desde Cala Major al Molinar; desde el Jonquet al puerto de pescadores; desde Illetes a Can Barbarà. Mostró un especial interés por El Terreno cuando el mar aún lamía las casas de veraneo y el paseo Marítimo no había roto su unión natural. Se ha cumplido un siglo de la muerte de Antoni Ribas, un artista reconocido incluso por aquellos a quienes no gusta su estilo, y no parece que nadie en esta ciudad haya pensado en dedicarle un homenaje en forma de exposición.