El solar de la Casa del Pueblo, donada en 1924 por el financiero Juan March Ordinas (Santa Margalida 1880-Madrid 1968) a la Federación de Sociedades Obreras, será puesta a la venta por su actual propietario, el ministerio de Trabajo.

De hecho, hace pocos días que se ha colocado un cartel de se vende en el solar de 1.372 metros cuadrados que ocupa la esquina de las calles Reina María Cristina y Manuel Sanchis Guarner.

Un portavoz del ministerio de Trabajo confirmó la intención de este departamento de poner a la venta el solar –el edificio fue derribado en enero de 1975–, aunque, matizó que no será "hasta dentro de dos meses" cuando se sacarán las bases de la subasta en el BOE.

Esta persona, que se identificó como Jose Luis Martín, indicó asimismo que se ha colocado el anuncio con el fin de comprobar la aceptación que puede tener la puesta a la venta de este solar que en su día albergó el edificio proyectado por el arquitecto Guillem Forteza.

Según se detalla en el libro Historia de la Unión Sindical de Trabajadores (UGT), de Albert Comas, Joan Huguet y Manel Santana, en el edificio llegaron a convivir 22 entidades obreras adheridas al sindicato, entre ellas, la agrupación socialista, las juventudes socialistas y una asociación cultural. Su arquitectura "de gusto mallorquín", constaba de planta baja, primer piso y cuarto torres.

La descripción del inmueble, cuya construcción ascendió a 450.000 pesetas, da idea de su importancia, ya que en la planta baja había un salón de actos con 450 butacas, locales del patronato, escuela, cooperativa, biblioteca y tres camerinos.

En el primer piso había una galeria que daba a un patio interior, las dependencias para el conserje, servicios, un salón grande, otro pequeño una sala de lectura y 21 dependencias para secretarías.

En la escritura de donación se reconocen como únicos propietarios del edificio a las sociedades obreras, "no pudiendo venderlo ni enajenarlo ni destinarlo a otros fines que a cobijar y proporcionar cultura y bienestar a la clase trabajadora". Fue uno de los primeros edificios intervenidos por los militares sublevados en julio de 1936.

Las nuevas autoridades fascistas lo dedicaron inicialmente a la sede de la Falange, cambiándole el nombre de Casa del Pueblo por el de Casa de Primo de Rivera. Posteriormente, fue utilizado como centro de Formación profesional. En enero de 1975 fue derribado el edificio y, desde esta fecha, el espacio es ocupado por un solar en cuyas vallas que lo cerraban eran frecuentes las pintadas reivindicativas de su propiedad por parte del sindicato socialista y otras entidades obreras.