No ocurre con frecuencia que la falta de acuerdo entre los representantes políticos pueda cuantificarse en euros, que los argumentos del equipo de gobierno y de la oposición puedan meterse en la caja registradora que expide la factura de los sobrecostes a los que tiene que hacer frente el ciudadano por la falta de responsabilidad de sus próceres. En esta ocasión sí. La prórroga del alquiler de la flota de autobuses le costará a Cort, sólo el año que viene, un millón de euros más que si la renovara por completo, intención que no puede llevar a cabo por la oposición de PP y UM, que con la suma de sus concejales bloquean el acuerdo. El fabuloso contrato de renting que firmó el PP hace diez años no ha resultado tan beneficioso como se preveía. Más bien al contrario, a la postre se ha convertido en una carga más para las arcas del actual consistorio, que suma una nueva hipoteca heredada, como los contratos del Institut Municipal d´Informàtica, como el Parque de Bomberos de 120 millones que no gusta ni a los propios bomberos o como el Palacio de Congresos adjudicado por el equipo de gobierno de Catalina Cirer en un solar que ni siquiera era de propiedad municipal.