Los 58 autobuses propulsados a gas natural que la Empresa Municipal de Transportes (EMT) quiere adquirir para sustituir a otros tantos que utilizan gasoil se financiarían en 10 años con el ahorro en combustible y mantenimiento.

Un estudio elaborado por técnicos de la empresa municipal, que participa en el programa europeo Civitas Catalist de movilidad sostenible, ha evaluado los resultados obtenidos por los 12 autobuses propulsados por gas natural que tiene la empresa desde hace un año.

Tal como explicó el teniente de alcalde de Movilidad, José Hila, el estudio compara el rendimiento de los autobuses diésel de las unidades nuevas que se quieren incorporar el año que viene con los de gas natural que ya están en funcionamiento, y se llega a la conclusión que este último permite un ahorro en combustible y mantenimiento de 1,9 millones al año.

Teniendo en cuenta que la vida media de un autobús es de 10 años, en este plazo se produciría un ahorro de 19 millones, "que es aproximadamente el coste de las 58 unidades que queremos comprar el próximo año propulsadas con este combustible".

Otro factor que hay que tener en cuenta, según Hila, es la mayor estabilidad del precio del gas natural frente al gasóleo, hecho que podría incrementar a corto plazo aún más el ahorro. Asimismo, tal como explicó uno de los técnicos que ha elaborado el informe, Lluís de Vitoria, el gas natural es medioambientalmente más sostenible. De esta forma, con los 58 autobuses de gas se dejarían de emitir a la atmósfera cada año casi 145 toneladas de nitratos, unas dos toneladas de partículas sólidas en suspensión y más de 60 toneladas de monóxido de carbono, todos ellos contaminantes del aire que afectan a la salud. En este sentido, por lo que respecta a la emisión de partículas sólidas en suspensión, la reducción entre un autobús a gas natural y otro propulsado a gasoil es del 96%. Esta reducción de emisiones supondría, según el estudio, un ahorro de 450.000 euros en gastos médicos y otros asociados a la contaminación atmosférica.

En 10 años, esta cifra se convertiría en 3,7 millones. Según explico explicó de Vitoria, para hacer el cálculo se han tenido en cuenta las estimaciones de los costes externos realizadas por el instituto de investigación CE Delft de los Paises Bajos. La gerente de la EMT, Fuentsanta París, recalcó asimismo la reducción de contaminación acústica que se consigue con los autobuses propulsados a gas, cifrada en un 72% por lo que respecta al ruido exterior y del 84% en su interior.

Asimismo, en verano los buses a gas incrementan el consumo por el aire acondicionado entre un 3% y un 4%, mientras que los diesel lo aumentan entre un 7% y un 9%.