La autocrítica del alcalde de Llucmajor

El alcalde de Llucmajor, Joan Jaume, fue el único integrante del Consorcio de la Platja de Palma que, públicamente, entonó el mea culpa por haber sido incapaces de consensuar el Plan de Reconversión Integral y, especialmente, por no prever la avalancha de alegaciones que, previsiblemente, un documento de estas características generaría, como así fue. Algo que honra al dirigente conservador que, en todo momento, se hizo corresponsable de la decisión del Consorcio como miembro que es. Incluso justificó la decisión adoptada por la junta rectora por la imposibilidad de su Ayuntamiento de emitir un informe vinculante y preceptivo antes del día 8 de diciembre.

Bauzá pide explicaciones a Antich

Una actitud radicalmente distinta ha adoptado el presidente el PP Balear, José Ramón Bauzá, quien llegó a afirmar ayer que incluso el alcalde de Llucmajor se enteró por la prensa de la decisión de la junta rectora del Consorcio. Por ello, al igual que José María Rodríguez, afirmó que "se ha fallado en las formas", obviando que su partido presentó una alegación en la que se pide la retirada del plan. Lamentó que no se haya podido llegar a un consenso, puesto que se trata de un proyecto en el que "todos teníamos depositadas grandes expectativas" y exigió al presidente Antich que convoque nuevamente a las fuerzas políticas para que explique "los verdaderos motivos" de la paralización de la tramitación.

Dificultades políticas y sociales

Como ya ha dicho en varias ocasiones la comisionada del Gobierno central, Margarita Nájera no se siente desautorizada por el fracaso del Plan –lo aprobó la junta rectora no ella, insiste–. En cualquier caso, ha aprendido una lección: "Estamos ante un proyecto en el que la dificultad máxima se localiza en el consenso político y social".