Mientras los políticos se plantean qué hacer con el Plan de Reforma de la Platja de Palma, los técnicos continúan trabajando y buscando el asesoramiento de expertos para que el proyecto de reconversión llegue a buen puerto. Esta semana han contado con la colaboración del responsable de salud pública de San Francisco y profesor de la Universidad de Berkeley, Rajiv Bathia, quien les ha puesto sobre aviso de los errores que no deben cometer. Quizás algunos consejos han llegado demasiado tarde. Tras saber que por ahora el plan sólo ha provocado estrés y ansiedad a los residentes afectados, advierte: "Es muy necesario que la comunidad tenga confianza en este proyecto para que salga bien. Se tiene que trabajar mucho a corto plazo, hay que potenciar la comunicación y prevenir los problemas. Es normal que la comunidad tenga miedo al cambio. El plan debe ser diseñado para dirigirse a las preocupaciones de la gente a corto plazo, así como dar respuestas beneficiosas a largo plazo", destaca.

El director del departamento de salud pública, un organismo externo al gobierno del condado californiano, reconoce que tanto los políticos como los urbanistas "dibujan planes, los aprueban y los ejecutan, pero no se fijan en las necesidades de salud de las personas, pese a que trabajan para conseguir beneficios globales". De ahí la importancia que da Bathia a la "herramienta de evaluación del impacto en la salud", que quiere ponerse en práctica en la Platja de Palma, tal como explica el jefe del departamento de protección de la salud de la Conselleria del ramo, Antoni Colom.

Para el profesor de Berkeley, la transformación de la zona turística afectará positivamente a la salud de los residentes, porque "habrá mejores viviendas, parques cerca de ellas, se facilitará el acceso al trabajo y a las escuelas con el transporte público –en referencia al tranvía–, etc. Cuando piensas en salud en términos de necesidades humanas, piensas en estas cosas, que es lo que se propone para la Platja de Palma".

La desestacionalización

Rajiv Bathia dio una conferencia el jueves sobre la herramienta de evaluación del impacto en la salud y la aplicó a la Platja de Palma, un lugar marcado por el turismo de temporada. Sin embargo, el Plan de Reconversión Integral pretende desestacionalizar el sector, por lo que también repercutirá de forma positiva en la salud de la gente, sobre todo de los trabajadores. "Cuando están en el paro, como ocurre aquí en invierno, están más estresados, tienen más problemas mentales e incluso pueden darse casos de alcoholismo y violencia doméstica", argumenta. Por el contrario, reduciendo el nivel de desempleo, "salen ganando todos, los trabajadores y el Gobierno, ya que gasta menos", concluye.