El vicepresidente del Real Mallorca, Llorenç Serra Ferrer, criticó ayer las formas del ayuntamiento de Palma a la hora de anunciar que exigirá la demolición del estadio Lluís Sitjar a sus propietarios. "Ha sido una sorpresa. No lo ha hecho de un modo adecuado. Puedo entender que haya un principio y un final, como en muchas cosas en la vida, pero hay generaciones que tienen sus sentimientos ligados al Sitjar y por eso considero que hay que tratarlo con respeto y sensibilidad", explicó ayer en el Hotel Tryp Rey Pelayo de Gijón, lugar de concentración del conjunto rojillo antes de medirse anoche al Sporting en la Copa del Rey.

El pobler acusó a Cort de falta de transparencia al no comunicarle sus intenciones en la reunión que mantuvieron la pasada semana con la alcaldesa, Aina Calvo. "No sé si nos han engañado o pensaron que no era oportuno. Nosotros fuimos con toda la buena fe del mundo porque pensamos que había que ir al Ayuntamiento a presentar nuestro proyecto y preguntarles qué podíamos hacer en el caso del Sitjar, Son Moix y Son Bibiloni.

En todo momento hubo una actitud positiva, se habló de crear una comisión para tratar estos temas y, justo antes de crearse, nos enteramos de esta noticia. Es para decepcionarse", lamentó Serra Ferrer. Sin embargo, el ex entrenador del Barcelona, Betis y Mallorca, entre otros, reclamó paciencia a la hora de tomar una decisión definitiva acerca de lo que sucederá con el Lluís Sitjar: "Primero hay que escuchar la noticia que se va a anunciar. No está en nuestro espítitu crear problemas. La mejor manera es el diálogo, no necesitamos puntos de conflicto. Pero lo que pedimos es sensibilidad hacia un club que cumplirá cien años en poco tiempo".

La intención de Cort es que los dueños del estadio sean los que sufraguen el coste total de la demolición y limpieza del solar, que alcanza los 1,7 millones de euros. El Mallorca posee un tercio de los 666 títulos de propiedad del estadio, por lo que debería afrontar un pago de más de medio millón de euros, una cifra muy elevada para un club inmerso en un Concurso de Acreedores.

De hecho, Miquel Coca, jefe de los servicios jurídicos del club y uno de los representantes de la asociación de copropietarios anunció el miércoles que presentará alegaciones contra el proyecto.