El consejo de administración previsto para el próximo jueves tratará también la resolución del expediente disciplinario abierto contra cuatro empleados de la Empresa Funeraria Municipal que, presuntamente, desviaban clientes de obras de mantenimiento de sepulturas y de ornamentación a otras empresas.

El instructor considera que la "deslealtad" de estos empleados hacia la empresa constituye uno de los supuestos que el actual convenio colectivo fija como "falta muy grave". En consecuencia, propone para cada uno de los casos sanciones que pueden oscilar entre la imposibilidad de ascender de categoría en los próximos seis años, la suspensión de empleo y sueldo por un período de un mes y un día a tres meses y un día, o el despido.

Tal como explicaron la presidenta de la empresa, Begoña Sánchez, y el gerente, Joan Martí, serán los miembros del consejo de administración quienes, a la vista de la instrucción y la resolución y de los pliegos de descargos presentados por los cuatro empleados quienes determinen la sanción a imponer.

El gerente explicó que, previamente a la apertura del expediente informativo, desde hace un año se explicó de palabra en varias ocasiones a todos los empleados que debían derivar a los posibles clientes de obras de mantenimiento a la empresa, en lugar de continuar con la práctica de años de remitirlos a determinados marmolistas a cambio, supuestamente, de una comisión. La orden se reiteró en dos ocasiones por escrito a lo largo del pasado año, sin que en el caso de estos cuatro operarios hiciera efecto. Fueron descubiertos después de que la empresa contratara los servicios de detectives privados con el fin de obtener pruebas.