El pasado 3 de noviembre, en la zona de la calle Villalonga de Palma, entre Santa Catalina y la calle Industria, se perdió un loro gris africano llamado Macario, muy apreciado por sus dueños, que lo consideran uno más de la familia y ofrecen a quien lo encuentre 300 euros de recompensa. La mascota, como otros ejemplares de su especie, tiene diversas habilidades: repite su nombre y silba de distintas maneras. Come cacahuetes, galletas y pipas. Y se asusta con los desconocidos y el ruido de los coches.