Ramos de flores caídos y hojarasca entre las tumbas era la estampa del cementerio de Son Valentí durante la ventosa y lluviosa mañana de ayer. En cambio, por la tarde salió el sol y, aunque seguía haciendo viento, se incrementó la afluencia de gente que se adelantó un día a Tots Sants. El sábado también se acercaron muchos palmesanos a limpiar la suciedad acumulada en las tumbas y nichos, y a sustituir las flores marchitas por nuevas. Hoy se espera la mayor afluencia.