La presidenta de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Mallorca (Memoria de Mallorca) Maria Antònia Oliver, se mostró ayer indignada por la decisión adoptada por el equipo de gobierno. Rechazó la "contextualización" del monolito y manifestó preferir "tener a nuestros muertos olvidados en las cunetas, aunque con dignidad, antes de ser honrados en un monumento franquista". Para Oliver, cuya asociación ha solicitado el derribo del monolito de sa Feixina y ha denunciado a Cort por vía judicial, "perpetuar este monumento significa honrar al fascismo por encima de la democracia". Declaró estar viviendo "una realidad muy injusta" y que "si el Ayuntamiento quiere honrar a las víctimas y hacer pedagogía, que responda a nuestras peticiones de hacer un memorial en el cementerio". A su juicio, la decisión incumple la Ley y "han buscado un informe favorable a lo que querían de antemano".