La Associació per a la Revitalització dels Centres Antics (ARCA), que ha reivindicado junto con otras entidades la conservación del monumento de sa Feixina porque lo considera como "un símbolo más de nuestra historia y como un reflejo de una sociedad madura, que ha sabido vencer las discrepancias de su pasado", aplaudió la decisión municipal. Àngels Fermoselle manifestó que la decisión municipal de conservar el monumento, eliminar los símbolos de exaltación franquista y colocar una placa que lo contextualiza es "inteligente y respetuosa con el patrimonio y con la memoria histórica". Arca hubiera preferido que no se quitara ningún elemento, pero "en aras al consenso", según Fermoselle, van a aceptar la retirada de elementos como el escudo preconstitucional y la leyenda. Fermoselle considera "correcta" la decisión política y conforme a la Ley de la Memoria, "que no busca el enfrentamiento, sino la restitución de la dignidad de todas las víctimas".