La batalla ha sido larga y cruenta y ha dejado víctimas en el camino, como Catalina Cirer, que tiró la toalla en marzo. A un día de la cita electoral para la elección de las nuevas ejecutivas de las quince juntas de distrito del Partido Popular de Palma y del presidente de la junta territorial de Ciutat, las espadas siguen en alto entre los dos bandos contendientes encabezados, respectivamente, por Francesc Fiol y José María Rodríguez.

Ambos candidatos se han "trabajado" los apoyos "voto a voto" y "militante a militante", tal como reconocen integrantes de sus respectivos equipos de campaña. Ahora la suerte está echada y nadie se atreve a pronosticar quién será el ganador de la contienda.

El cambio del sistema de elección del presidente, impuesto desde Madrid por el Comité de Garantías del partido al aceptar la impugnación del sistema indirecto anteriormente en vigor, ha desdibujado el hipotético resultado a favor del ex secretario general del partido, José María Rodríguez, claro favorito con el anterior sistema.

Ayer, el secretario general del PP de Palma y ex portavoz del grupo municipal, Rafel Durán, reconoció que la prolongación en el tiempo del proceso electoral –la renovación debía producirse el pasado mes de marzo– ha propiciado que se hayan producido "muchas cosas desagradables", aunque destacó que al final "políticamente ha valido la pena", porque "nunca es tarde si la dicha es buena", en relación a que la elección del presidente de la junta territorial se hará por sufragio "universal, libre y directo" en el que podrán participar los 4.921 afiliados que tiene el PP palmesano.

De hecho, para el aún secretario general las elecciones de mañana suponen "una oportunidad histórica" porque "será la primera vez que los militantes escojan al presidente de la formación de forma directa".

Así, el nuevo presidente del PP palmesano, según Durán, se enfrentará "al reto de recuperar el gobierno municipal en 2011", perdido en 2007 "no por los resultados electorales, sino en los despachos", en referencia al pacto de gobierno entre el PSOE, el Bloc y UM, que dio la alcaldía a la socialista Aina Calvo.

A juicio de Durán, el presidente regional del partido, José Ramón Bauzà, "ha mantenido una neutralidad encomiable a lo largo del proceso" ya que "ha intentado en todo momento que la sangre no llegara al río", en relación a los enfrentamientos larvados habidos entre los equipos de José María Rodríguez y Francesc Fiol, en especial cuando éste último impugnó el proceso de elección anterior aprobado por la junta territorial de Palma y ratificado por la insular.

La veteranía de ambos candidatos –Rodríguez ya presidió la junta territorial de Palma y Fiol es un militante histórico que ha ocupado cargos relevantes en Cort, en el Govern y en el Parlament–, no es obstáculo para que se produzca una verdadera renovación "ya que ésta no se da por la edad, sino por la voluntad de ambos candidatos de hacer algo para el partido".