Es una de las fundadoras y presidenta de la Fundación Amazonia, una ONG con sede en Palma creada hace 15 años.

–¿Cuáles son los objetivos de la fundación?

–Ayudar en la cooperación al desarrollo de los países del sur de América Latina para combatir la pobreza. Su prioridad son los niños de la calle, continuamente expuestos a la pobreza, la prostitución y las drogas.

–¿Cuál es el balance de estos 15 años?

–Muy positivo, hemos trabajado con mucha ilusión, siempre hemos puesto el alma. Hemos hecho muchas cosas, lo que pasa es que siempre tendemos a la excelencia, ya que creemos que todo se puede mejorar.

–¿Por qué decidieron centrarse en los niños sudamericanos?

–Una de las razones es el idioma, porque veíamos más posible desarrollar proyectos en países donde se habla el castellano.

–¿Cómo comenzaron?

–Empezamos construyendo un hospital en la Amazonia brasileña, una auténtica utopía que pudimos hacer realidad. Luego nos fuimos a Centroamérica tras el paso del huracán Mitch y ahora estamos muy centrados en Bolivia, el país más pobre de Latinoamérica.

–¿Cómo se financia la fundación?

–Con donaciones esporádicas y las cuotas sociales. En el caso de Bolivia, el proyecto Llar Mallorca cuenta desde el principio con una subvención del Govern de les Illes Balears. La austeridad y la transparencia es una prioridad para nosotros, para que se sepa adónde va todo el dinero.

–¿Cómo pueden los interesados tomar contacto con ustedes?

–A través de nuestra página web: www.fundacionamazonia.org. La gente no sólo puede colaborar haciéndose socia o con donaciones, sino también haciéndose voluntaria.