El edificio desalojado en la tarde de ayer en el número 4 de la Costa den Brossa, ubicado en pleno Centro Histórico de Palma de Mallorca, será reabierto al tránsito peatonal tras apuntalarlo en las próximas 24 horas, según informó hoy el gerente de Urbanismo municipal, Bartomeu Tugores, quien aseguró que la factura será posteriormente trasladada al propietario, y adelantó que tendrá un montante aproximado de 8.500 euros.

Según precisó Tugores, tras los trabajos de apuntalamiento urgente, que realiza desde este mediodía una empresa especializada, se deberán realizar en el edificio obras de reforma para devolver estabilidad a la estructura, a lo que el Ayuntamiento "obligará" al propietario, al que recriminó su "actitud poco colaboradora", a pesar de que hace pocas semanas se derrumbó un inmueble en la confluencia de Rodríguez de Arias con Alós, muriendo siete vecinos.

A este respecto, el gerente de Urbanismo detalló que los técnicos de su departamento municipal encontraron en su inspección al edificio de Costa den Brossa una "situación bastante grave", ya que abundan las "vigas rotas y fracturadas", con lo cual, está seriamente comprometida la solidez de la construcción y, ante un eventual derrumbe espontáneo, podrían resultar afectadas otras adyacentes, que también han sido desalojadas.

En total, en esta corta pero céntrica vía residen unos 15 vecinos --según estimaciones realizadas por algunos de ellos--, que pasaron la última noche fuera de sus casas, sin que el Ayuntamiento les buscara en ningún caso un hospedaje alternativo. A éstos cabe agregar la existencia de media docena de comercios, que también se han visto afectados por la clausura temporal del acceso a esa calle, estrecha y peatonal, típica de la zona.

Cabe señalar que esta situación se produce en una vía que constituye una importante vía de comunicación entre Jaume III, Plaça Joan Carles I y Born, por un lado; y Jaume II, Plaça de Cort y Plaça Major, por el otro. Y, de hecho, todo el recorrido entre ambos sectores del Casco Antiguo de Palma se encuentra jalonado de comercios, que se enfrentan ahora a la incertidumbre de una campaña navideña condicionada por cortes de calles.

El aspecto que tenía esta mañana la Costa den Brossa era el de sus dos extremos taponados por barreras metálicas y de plástico, precintadas con cinta de la que emplea la Policía Local, que además vigilaba ambas entradas. A todo ello, cabe agregar la presencia en las inmediaciones de dos unidades de los Bomberos de Palma, una de ellas en plena Plaça de Cort, para garantizar la seguridad.

DENUNCIA PREVIA

Por su parte, algunos vecinos y curiosos --entre ellos ciudadanos que desconocían el corte viario-- se agolpaban en los extremos, en espera de que comiencen los trabajos de apuntalamiento. Un proceso que, como en el resto de casos similares, sólo se pudo iniciar después de recibir una denuncia el Consistorio, que "sólo actúa cuando se le informa", según remarcó Bartomeu Tugores.

En cuanto a la rapidez e la actuación municipal, el gerente de Urbanismo manifestó que se debe a los "perjuicios" que la situación está generando a vecinos y comerciantes de toda la zona, a quienes garantizó que el paso por esa calle quedará abierto tras el apuntalamiento, aunque el edificio en mal estado quedará pendiente de reformas importantes, que se deberán emprender en los próximos meses.