Era vox populi que Óscar Collado "hacía y deshacía todo lo que quería" y que incluso "cogía dinero de la caja", según fuentes de la Funeraria consultadas. El ex gerente de la empresa municipal reconoció el sábado ante el juez que se llevaba dinero, aunque argumentó que eran "adelantos" que tenía por costumbre solicitar, ya que su salario de 6.000 euros mensuales no era suficiente para su nivel de vida.

Durante los más de 20 años que estuvo al frente de la EFM colocó a trabajadores de su entorno, por lo que no se produjeron denuncias de importancia sobre su gestión. La única vez que un grupo de empleados hizo públicas diversas deficiencias de la Funeraria fue en agosto de 2002 y, como represalia, recibieron amenazas de despido. Incluso el comité de empresa de entonces criticó estas declaraciones, a pesar de que luego se demostró que eran verdad. Los denunciantes afirmaron que únicamente se incineraba el uno por ciento de los restos de la limpieza de sepulturas –debido a que no existen instalaciones adecuadas– y lo demás se embalaba en cajas de cartón o plástico y se llevaba al cementerio de Bon Sosec. Era la época en la que el alcalde de Palma era Joan Fageda (PP) y el concejal, Joan Bauzà. Poco después salió a la luz que la EFM dirigida por Collado dejó de pagar durante un tiempo la Seguridad Social. El año pasado, con Aina Calvo (PSOE) como alcaldesa, el grupo municipal del Partido Popular denunció que se quemaban de forma irregular los restos de exhumaciones y los trabajadores respondieron que ocurría lo mismo que en 2002, ya que no tienen un horno incinerador.

Privatización

Actualmente existe cierta preocupación en la Empresa Funeraria Municipal debido a que temen que, como consecuencia de la mala gestión de Óscar Collado durante sus más de dos décadas al frente, el equipo de gobierno del Ayuntamiento aproveche para privatizar la EFM.

El primer intento de privatización de los servicios funerarios se produjo con el ex concejal José Carlos Tous, ahora fallecido. En esa época ya se produjeron presuntas irregularidades relacionadas con la reforma de su vivienda, que actualmente la Fiscalía investiga si fue pagada con fondos de la empresa municipal.

El equipo de gobierno de Calvo también ha pensado en ello. Para hacer frente a la acumulación de deudas, el anterior gerente Joaquín Vaquero redactó un informe en el que planteaba la semiprivatización o la ampliación de capital para la Funeraria.