Las presuntas irregularidades que han llevado a la cárcel al ex gerente de la funeraria municipal, Óscar Collado, parece que no son recientes. La fiscalía Anticorrupción tiene en su poder una factura por los gastos de reforma que se realizaron en el domicilio particular del que fuera concejal del Partido Popular en el primer mandato de Joan Fageda y posteriormente gerente de la Funeraria, José Carlos Tous, que se abonó a cargo de los fondos de la empresa municipal. Tous falleció hace tres años.

Esta factura, que asciende a la suma de dos millones de pesetas, fue introducida en la contabilidad de la EFM cuando Tous era gerente y Óscar Collado director de la empresa municipal. Durante el interrogatorio al que fue sometido el pasado sábado ante el juez, el fiscal anticorrupción Pedro Horrach le preguntó a Collado sobre esta factura y el ex gerente reconoció que se había pagado con fondos públicos. Se trata de unos gastos por haber pintado una vivienda que Tous tenía en la zona de Establiments, donde parece ser que también realizaron trabajos las brigadas de la funeraria, caso que en su día ya fue denunciado por la oposición.

A Collado no se le acusa de ningún delito por haber abonado estos gastos, porque no se habría beneficiado él, sino Tous, pero es una situación que se contextualiza en la desorganizada gestión que se estaba realizando en la empresa municipal.

Con Fageda

José Carlos Tous asumió en la primera época del alcalde Fageda las áreas de Cultura y Pompas Fúnebres. Posteriormente, el alcalde le otorgó la responsabilidad de dirigir la empresa municipal y ocupó la gerencia entre 1996 y 2003. Collado fue su más estrecho colaborador, según recuerdan algunos de los trabajadores de la funeraria. De hecho trabajaron juntos entre los años 1991 y 2003

Sin embargo, no es esta factura el principal problema que salpica al ex gerente de la EFM. El Grupo de Blanqueo de dinero de la Policía está rastreando las facturas de los últimos años y las compara con los expedientes, tanto de obras como de servicios, que se han tramitado bajo las órdenes de Collado. Se cree que el ex gerente se benefició económicamente con el negocio de las tumbas y los ataúdes, y que para ello tuvo que falsificar facturas para maquillar la salida de estas cantidades económicas.

La Policía tiene en su poder varias facturas que son falsas. Collado, defendido por el abogado Jaime Rodríguez Viñals, ha negado que se hubiera aprovechado de su condición de gerente para cobrar comisiones por los servicios que proporcionaba la funeraria. Ha reconocido, en cambio, que en alguna ocasión sí cogió dinero de la caja. A pesar de que tenía un sueldo mensual de 6.000 euros, en ocasiones, según ha confesado, no llegaba a fin de mes y se veía obligado a pedir dinero por adelantado. Le bastaba escribir una nota con la cantidad que cogía de la caja e introducirla en la contabilidad. Nadie le pedía explicaciones.

Durante el interrogatorio le señaló que cómo podía ser que dirigiendo una empresa municipal que prácticamente estaba en bancarrota su máximo dirigente tuviera acceso a cantidades tan elevadas por adelantado. Collado le contestó que era una práctica habitual en la empresa que seguía, no sólo él, sino también otros empleados.