Los investigadores de la presunta trama de corrupción en torno a la Empresa Funeraria Municipal (EFM) de Palma acusan al ex gerente de dicha entidad, Oscar Collado Edo, de lucrarse con el trasiego de ataúdes, nichos y tumbas en los cementerios de la ciudad. Collado prestó ayer declaración en la comisaría de Policía y únicamente admitió la comisión de posibles faltas o irregularidades administrativas. El ex gerente quedó detenido en espera de ser puesto, presumiblemente hoy, a disposición judicial.

El Grupo de Blanqueo de Capitales de la Policía Nacional citó ayer, en calidad de imputado, a Juan Perelló Gayà, un constructor y arquitecto técnico residente en Bahía Azul que durante años ha sido proveedor y suministrador de distintos servicios de la Empresa Funeraria Municipal. Perelló es administrador de Estudio de Arquitectura Técnica Perelló S.L. y en su domicilio también figura la sede social de Westie Inversiones S.L., una constructora que ha realizado importantes trabajos para la funeraria como la dirección técnica de las obras en los cementerios de Son Valentí y Sant Jordi y en el antiguo Instituto Anatómico Forense. El fiscal anticorrupción de Balears Pedro Horrach estuvo presente en el interrogatorio del aparejador.

Perelló declaró en calidad de imputado y salió en libertad tras aportar a los investigadores algunas pistas y pruebas sobre las supuestas irregularidades y delitos. El miércoles una comisión judicial registró unas oficinas del constructor en un barrio de Palma.

Faltas puede, delitos no

La Policía tomó declaración después a Collado, que abandonó hace unos meses la gerencia de la funeraria del Ayuntamiento y que actualmente colaboraba con su esposa en una sucursal de una entidad de servicios, oficina situada a apenas 400 metros de la Jefatura de Policía.

Collado, defendido por Jaime Rodríguez Viñals, fue interrogado acerca de los fondos públicos de la EFM que habría desviado a sus bolsillos mediante distintos sistemas.

Los investigadores sospechan que los dos encausados pudieron compincharse para beneficiarse mediante el hinchado de facturas y recibos, la simulación de trabajos y otros métodos.

También se presume que Collado pudo lucrarse con el trasiego de féretros, nichos y panteones propio de la actividad de los cementerios, cobrando algún tipo de comisión por estas operaciones. El detenido, no obstante, rechazó haber cometido de manera consciente algún tipo de actividad delictiva.

El ex alto cargo de Cort admitió a nivel hipotético haberse podido equivocarse o cometer algún tipo de irregularidad administrativa en una compleja tarea que realizó durante muchos años y con distintos equipos de gobierno.

Clientes favorecidos

Otras de las anomalías que se están tratando de esclarecer versan sobre un presunto trato de favor a determinados clientes o entidades relacionadas con el sector funerario.

En este sentido, los actuales gestores de la EFM detectaron hace algunos meses que Collado realizó, al parecer por su cuenta y riesgo, una política de importantes descuentos en las tarifas de algunas compañías y otros grandes clientes de la funeraria.