No fue necesario trasladar a Óscar Collado en un vehículo policial a las dependencias de Jefatura, donde ayer pasó su primera noche en los calabozos a la espera de declarar ante el juez. Entró caminando en las oficinas de la Policía acompañado de dos agentes. Se le había detenido cuando iba al trabajo. Ahora dirige una oficina de seguros, que está situada a una distancia de apenas 300 metros del edificio policial. Collado ya sabía que la Policía llevaba meses investigando las facturas de la Funeraria tras explotar el escándalo de los viajes. A media mañana una comisión del juzgado de instrucción número 11 de Palma, que aceptó a trámite la querella de la fiscalía Anticorrupción, realizó un registro en la oficina de la empresa de seguros donde en la actualidad trabaja Collado. El ex gerente de la empresa municipal se asomó varias veces a la ventana. Se le veía cabizbajo.