"Hoy es un día de celebración para los ciudadanos", dijo ayer la alcaldesa de Palma, Aina Calvo, tras descubrir la placa de la Plaza de Son Castelló, que reemplaza al anterior nombre, Plaza del Caudillo, vigente en el callejero durante 44 años.

El cambio de nombre de la plaza responde al decreto municipal dictado el pasado mes de mayo, con el fin de modificar todas las denominaciones toponímicas de Palma con reminiscencias del régimen franquista.

Esta ha sido la segunda placa cambiada por el consistorio, tras renombrar a la calle del Teniente Oyaga como calle Concordia. Le seguirán otras 139 que se irán modificando paulatinamente: 68 de ellas por tener nombres relacionados con el régimen de Franco, y otras 73 por cuestiones lingüísticas y toponímicas.

"Esta actuación tiene una carga simbólica especial porque la ciudadanía no entendía que aún se mantuviera el nombre Plaza del Caudillo, y de ahí que el nuevo nombre corresponda a una identificación real con el espacio donde se ubica, el polígono de Son Castelló", redundó una emocionada Calvo. Dijo también que el cambio, a su juicio, "refleja un alejamiento de los valores vinculados a la época de la dictadura franquista", y que ello es posible gracias a la Ley de Memoria Histórica.

Los nuevos nombres que reem-plazarán a los de los militares franquistas están vinculados a la vida cultural de Ciutat y a personas destacadas por su trayectoria profesional. Además, habrá más nombres femeninos en la lista.

La batlessa, después de descubrir la placa de la Plaza de Son Castelló, abrazó y besó a Nanda Ramón y a Margarita Nájera (regidora de Cultura y consellera de Trabajo, respectivamente) con especial énfasis y felicidad. Sobre la consellera, además, agregó: "Nájera está afectada directamente por el cambio", en alusión a que la nueva placa se colocó en la puerta de la conselleria de Trabajo. Para los regidores de Función Pública y Bienestar Social, José Hila y Eberhard Grosske, respectivamente, no hubo tantas demostraciones de cariño por parte de la Alcaldesa.

Nanda Ramón aclaró, por su lado, que aún queda trabajo por hacer y que los cambios se harán de manera paulatina. Dijo también que el monumento franquista instalado en la plaza de sa Faixina quedará tal como está, aunque con la posibilidad de cambiar la placa "para contextualizarla mejor en los valores democráticos".

La Plaza de Son Castelló se encuentra a la entrada del polígono del mismo nombre, sobre la vía Asima. Se trata, más bien, de un pequeño híbrido entre rotonda e isla sin más gracia que un poco de césped seco (a ratos bien cortadito, eso sí). A continuación de esta ´plaza´ se encuentra un bulevard que discurre a lo largo de toda esta vía principal del polígono, en cuyo comienzo hay una escultura de piedra del artista alemán Rolf Schaffner, un artista enamorado de la piedra de Santanyí que residía en la isla y que murió en el pasado mes de marzo, a los 80 años de edad.

Muchas veces la escultura no puede apreciarse muy bien debido a que las altas malas hierbas la tapan con asiduidad. Pero tal como muestra la imagen inferior, el césped estaba ayer más o menos bien cortado. Lo que en esta ocasión deslucía la escultura y el comienzo del bulevard era una papelera quemada y los restos carbonizados a sus pies.

Y lo que no se veía en la foto: la

gran cantidad de basura desperdigada detrás de la escultura (bolsas, botellas, papeles). Pareciera que en estas cuestiones (limpieza, estética), a Palma siempre le falta un céntimo para llegar al euro...