"Padre Nuestro, por la intersección de San Cristóbal protege a este coche, a este conductor y sus ocupantes", repitió cientos de veces el párroco Fernando Albertí quien, por primera vez, se ocupó ayer de bendecir los coches que se acercaron por la mañana a la iglesia de Santa Fe para encomendarse al patrono de los conductores. Por la tarde le reemplazaría el cura de Santa Eulàlia, Antoni Alzamora. Ambos le hicieron el favor al padre Francisco Cobo, el encargado de la tradicional bendición durante más de veinte años y que el pasado miércoles, mientras daba misa, se cayó y se fracturó la cadera. Se encuentra bien, sólo que hubo que intervenirle quirúrgicamente.

A San Cristóbal le atribuyen el poder de proteger contra los accidentes, para que los viajes -incluso los hechos con motos o bicicletas- se realicen con seguridad. "¿Protege también contra la subida de la gasolina?", le pregunta la redactora de este periódico al padre Albertí entre bendición y bendición. Y éste ríe a carcajadas: "No, contra eso no protege". Y es que no hay santo que nos proteja del aumento del diésel...

Como ya es habitual para la festividad de San Cristóbal, la asociación de servicios Fono-Taxi asistió a la bendición. El punto de encuentro fue la avenida México en la esquina con la calle Puerto Rico, donde se iban repartiendo globos blancos y rojos para engalanar los coches antes de llegar a la iglesia de Santa Fe, donde también hicieron una ofrenda floral a su patrono protector.

El encargado de las Relaciones Públicas de Fono-Taxi, Jaume Bonnín, explicó emocionado que la bendición de los vehículos es una tradición de muchos años que no debe perderse, y que tiene razones para tomárselo como algo personal: "Este cargo lo ocupó mi padre durante más de quince años; cuando murió el año pasado, le relevé yo y mi deber es mantener viva la tradición, como él hubiera querido". Rodeado de sus hijos, también aseguró:  "A mis críos también les inculco la importancia de esta tradición que no se debe perder". Y tuvo tiempo de lamentar el accidente que le impidió al padre Cobo encargarse, como cada año, de la bendición de los vehículos: "Está muy apenado, pero contento de que no se haya suspendido". No todos los taxistas que rondaban por la iglesia se quisieron acercar a ser bendecidos, pese a que era gratis (sólo se daban algunos euros a voluntad a cambio de una estampa del patrono protector). Uno lo explicó así, con el pecho henchido: "Es que mi coche ya está protegido por la Virgen del Rocío, y con eso es suficiente". La fe también tiene sus escalafones...

Sólo por ayer, y para facilitar el acceso de los coches a la iglesia de Santa Fe, el pilón de la calle de entrada estaba bajado. Muchos turistas despistados entraron al Casco Antiguo por allí, y más de uno habrá tenido problemas para salir.

Todo el barrio de Sa Calatrava se vuelca en las fiestas patronales de San Cristóbal, que comenzaron el pasado 9 de julio. Hoy, a las 20 horas, será el turno del coro del Hospital Universitario Son Dureta, que actuará en la iglesia de San Gerónimo.

Si después de mucho buscar un aparcamien-to en zona ORA encuentra sitio pero está ocupado por una o varias motos sin tiques y aparcadas de aquella manera, cuente hasta diez y siga buscando: desde el principio de la ordenanza, están exentas de pagar. Preguntar por qué es sólo para amargarse.