Entre dos bloques de pisos y el colegio Infante Don Felipe, se encontraba un terreno que algunos vecinos del Molinar -de toda la vida- recuerdan como S´Hort de Son Morlà, finca que no se encuentra lejos de este punto del barrio de El Molinar. Hará uno dos años, después de un plan de actuación municipal, este lugar se convirtió en espacio público de ocio. Para muchos vecinos de este barrio que lo disfrutan de forma intensa, especialmente en el verano, es a la vez que un parque de reducidas dimensiones una auténtica plaza.

Un problema que denuncian los padres y familiares de los niños que disfrutan de este lugar con zonas para ellos es su ubicación. Junto a la entrada del perímetro de Can Terrers discurre la larga calle de Capitán Ramonell Boix. Una vía de dos direcciones que une la autopista de Llevant, a la altura del Portitxol, con el Coll den Rabassa, Can Pastilla y s´Arenal, con un intensísimo tráfico rodado.

Cristina Carranza disfruta del espacio público de Can Terrers con su familia, pero le preocupa que la zona infantil, equipada con diversos juegos, esté junto a la entrada de este espacio. En más de una ocasión, algún crío ha intentado salir de este recinto, en un descuido de sus acompañantes, y más de un susto se ha producido por ese motivo. La demanda de esta madre, como la de otros usuarios, es que la zona infantil se devuelva a su primera ubicación, en donde ahora están las pistas de petanca.

Antonio M. Terrado es otro de los usurarios fieles de este lugar, al cual considera una plaza, como la de un pueblo. Él recuerda cuando con otros chicos jugaba en este lugar, cuando era simplemente un campo, en el cual se situaba una instalación de suministro de agua. De la misma se conserva el edificio, de perímetro circular, cerrado ahora. La fuente pegada a ella está seca, habiendo desaparecido su grifo.

Muchos usuarios de Can Terrers piden unos servicios para este espacio con carácter de plaza. Y es que, como sucede actualmente en la mayor parte de lugares públicos de Palma, carece de mingitorios.

Durante el verano es cuando este lugar público y de ocio es más frecuentado, pues no existe un espacio similar en El Molinar, como señalan varios de sus usuarios. Este barrio ha crecido mucho en los últimos años, por lo que sus vecinos con niños pequeños y adolescentes piden más metros cuadrados para su disfrute.

No faltan pinos en Can Terrers, los cuales comparten espacio con otros tipos de árboles y arbustos. Esparcidas por varios rincones de este lugar de ocio se encuentran varias mesas campestres con sus respectivos bancos. Cristina Carranza, como muchas otras madres que frecuentan este lugar con sus hijos, celebra aquí los cumpleaños de los pequeños nacidos en meses de verano.