En el aparcamiento situado frente al mercado municipal de Llevant, entre las calles Manuel Azaña y Pérez Galdós, ya no hay árboles que den sombra a los vehículos que allí estacionan pagando tíquet de la ORA.

Hasta ahora había una decena, pero los han talado y su alcorque ha sido cubierto con cemento para que los coches no metan las ruedas en el agujero.