Ladrillos, bolsas con restos de obra, tubos de PVC y una mezcladora de cemento, entre otros elementos, ocupan la puerta de entrada a la plaza Ramón Rotger -ubicada sobre la calle General Riera- desde hace más de dos semanas.

Esta es la estampa con la que se encuentran los visitantes de la plaza desde hace más de medio mes, sin que los elementos descritos hayan sido retirados, aunque sí están vallados. Con todo, ofrecen una imagen de descuido, además de antiestética.

Pese a ser una plaza relativamente nueva, ha necesita reparaciones pues tenía problemas en algunos de sus desagües.

Precisamente, aún hay por lo menos tres puntos en el interior de la plaza que están vallados pues la reparación de unas cañerías aún no han acabado.

Aún así, este periódico pudo comprobar que ningún obrero se ha acercado por allí en las últimas semanas para acometer dichas reparaciones.