La concejala de Urbanismo, Yolanda Garví, reveló ayer la "peculiar" situación jurídica en la que se encuentra en estos momentos el edificio de Gesa, ya que se trata de un inmueble que "está escriturado para ser demolido".

En el proyecto de Joan Busquets, aprobado definitivamente en mayo de 2003, el edificio de Gesa quedaba fuera de ordenación y debía ser derribado. Así se aprobó en el primer proyecto de reparcelación. Los propietarios anteriones (Gesa) fueron compensados con más edificafilidad en segunda línea por el valor del inmueble, la pérdida de edificabilidad en relación a la permitida en aquellos momentos y por los costes que generaría el derribo obligado del edificio.

Con posterioridad, Gesa vendió la superficie que ocupa el inmueble, junto con otros dos, a Núñez y Navarro, con el compromiso por parte de la compañía eléctrica de entregar en 2008 el solar a la constructora vacío (hay que recordar que la compañía eléctrica había "cobrado" en especie -más edificabilidad en segunda línea- por el derribo de su propia sede).

Después, el Consell de Mallorca, atendiendo a una petición anterior del Colegio de Arquitectos de Balears declaró Bien Catalogado el edificio de Gesa, con la imposibilidad de proceder a su derribo.

En estas circunstancias, se plantea esta nueva modificación del Plan General, obligada además por el proyecto de reparcelación de la zona que se aprobó con esta condición si finalmente Gesa era preservado. Según Garví el inmueble queda catalogado como equipamiento público de uso y dominio público.