Los presuntos abusos sexuales habrían ocurrido en el círculo de amistades del ámbito doméstico de De Santos. La Policía también está tratando de aclarar si el imputado pudo cometer alguna acción deshonesta con menores con los que tendría relación por su papel de voluntario-colaborador en una entidad religiosa. La declaración de anoche fue especialmente tensa por la naturaleza de las acusaciones dirigidas contra el ex regidor de Urbanismo de Palma y por referirse a circunstancias de su faceta privada. 

Fuentes próximas al encausado manifestaron que se tendrá que comprobar la fiabilidad de la versión de los menores y de las personas adultas de su entorno que respaldan la veracidad de las acusaciones.

El escándalo De Santos saltó a las páginas de los periódicos y las tertulias televisivas, incluso de ámbito nacional, a mediados de marzo, poco antes de la Semana Santa. El ex concejal de Urbanismo de Cort durante la anterior legislatura, en la que gobernaba el Partido Popular, se convirtió en tema de conversación de todos los corrillos porque pagó servicios sexuales en clubes de alterne de carácter homosexual con la Visa del Ayuntamiento. Las múltiples facturas a cuenta de la tarjeta de crédito municipal demuestran que en una noche llegó a pagar hasta 1.450 euros. En total, se gastó más de 50.850 euros, que reingresó en las arcas del Consistorio tras conocerse el caso.

La fiscalía anticorrupción interpuso una querella contra la presunta malversación de caudales públicos. La defensa de Javier Rodrigo de Santos siempre se ha basado en que el imputado sufre severos problemas de adicción al sexo y a las drogas, por lo que pidió un completo examen psiquiátrico que le fue practicado por dos forenses. Sin embargo, la acusación destacó que no aceptará la droga como atenuante a favor de De Santos.