Dos forenses del Instituto de Medicina Legal de Balears han recibido el encargo de realizar un examen a fondo del estado de salud, física y mental, del ex teniente de alcalde de Urbanismo de Palma, Javier Rodrigo de Santos, acusado de presunta malversación de fondos con una tarjeta de crédito oficial. Los forenses deberán calibrar el alcance de las supuestas adicciones que De Santos, defendido por Bartolomé Vidal, alega sufrir, especialmente un consumo habitual, y desde hace varios años, de cocaína.

La jueza de instrucción 5 de Palma ha solicitado a los forenses un dictamen sobre el estado de salud del acusado, que actualmente se halla en Madrid donde se está sometiendo a un tratamiento ambulatorio en un centro privado.

Según fuentes próximas al caso, De Santos tendrá que comparecer en locales del Instituto de Medicina legal para someterse a las pruebas que los expertos en medicina forense estimen oportunas.

De momento, no ha trascendido donde tendrá lugar la exploración y otras pruebas clínicas, aunque lo habitual es que los imputados sean citados en las dependencias de la clínica forense de los juzgados de Vía Alemania.

Regreso a Mallorca

Javier Rodrigo de Santos aportó el pasado 10 de abril en su comparecencia voluntaria, y adelantada 24 horas sobre la fecha anunciada oficialmente, varios informes médicos donde se acreditarían signos de un consumo habitual, y prolongado en el tiempo, de cocaína.

Las previsiones apuntan así a que el acusado de presunta malversación tendría que regresar a Palma desde Madrid, a donde ha trasladado su residencia.

Deterioro personal

Javier Rodrigo de Santos, que salió en libertad del juzgado el día 10 sin ninguna medida cautelar por parte de la magistrada San José, responsabilizó a su toxifrenia de haber empleado la tarjeta de crédito oficial del EMOP para gastarse, por lo menos, 50.804 euros en clubes de alterne.

Su consumo de cocaína habría crecido entre 2006 y 2007. Esto habría causado "el consecuente deterioro de mi persona", según declaró el propio imputado.

"Esta situación es la única razón de los hechos objeto de este procedimiento, de los que yo soy el único responsable", confesó con rotundidad De Santos.

A renglón seguido el ex edil del PP dijo haberse puesto "en manos de profesionales médicos para que me ayuden a recuperarme". La parte final de su comparecencia estuvo dedicada al perdón: "Quiero manifestar que lamento profundamente lo sucedido y quiero también pedir mil disculpas por las confianzas que he defraudado: a mi familia; a mis colaboradores; a mis compañeros y a toda la ciudadanía".

De Santos no habló para nada de su presunta adicción al sexo duro, un trastorno que, en este momento procesal, todavía no ha alegado padecer.