Javier Rodrigo de Santos, el ex regidor de Urbanismo de Palma en el anterior gobierno del PP, tuvo tiempo en su visita relámpago a Palma para comparecer también en la fiscalía superior de Balears, donde hay una segunda causa abierta contra él a raíz del castillo de juegos infantiles instalado en 2006 en el Parc de Sa Riera.

De Santos también fue citado ayer en la sede de la fiscalía, a donde acudió tras su primera comparecencia en instrucción 5.

La fiscalía anticorrupción investiga, también tras una denuncia del actual consistorio socialista, si De Santos, y otras personas, pudieron cometer prevaricación y otros delitos por el contrato verbal y sin concurso del castillo infantil.

Ilícito administrativo

En las diligencias de la fiscalía, que servirán presumiblemente de base para una segunda querella contra el ex edil ya figuraba como imputada Gloria Penalva, mano derecha de De Santos durante su mandato.

Anticorrupción investiga si De Santos y Penalva, y alguna persona más, pudieron prevaricar al contratar, al margen de las mínimas normas administrativas, el castillo infantil, por el que la empresa constructora, la sueca Hags, reclama al actual Ayuntamiento más de 1,4 millones de euros.

Sin embargo, la versión del antiguo responsable de Urbanismo es que en este expediente no se cometió ningún tipo de delito. De Santos admite que pudo haber algún tipo de irregularidad administrativa en la contratación, pero sería un asunto susceptible de ser tratado en la jurisdicción contencioso-administrativa y no en vía penal.

Sobre la selección de la multinacional sueca para diseñar y construir el área de juegos infantiles se afirma que únicamente dos empresas europeas tienen la capacidad de hacerse cargo de un proyecto tan singular y de tan grandes dimensiones, entre ellas Hags. El escoger a Hags, una empresa que ya había trabajado en muchas ocasiones para el consistorio, siempre según la versión del imputado, sería algo lógico.

Según los datos que se han ido conociendo sobre este castillo infantil, el edil de Urbanismo habría realizado un primer encargo verbal a la multinacional, pedido que se formalizó posteriormente por escrito en dos cartas.

Documento clave

En una de estas cartas el imputado habría instado a la empresa a diseñar e instalar el área para niños réplica del castillo de Bellver, a pesar de admitir que se existían algunas lagunas administrativas. Este documento podría ser clave a la hora de fundamentar la imputación por presunta prevaricación contra el antiguo edil del PP.