El teniente fiscal de la Audiencia Provincial de Balears, Ladislao Roig, que rechazó expresamente pronunciarse sobre el caso protagonizado por el ex concejal de Urbanismo de Palma, Javier Rodrigo de Santos, manifestó ayer que la drogadicción debe ser considerada un atenuante o eximente a la hora de juzgar la comisión de un delito y en ningún caso debe ser tomada como un agravante. No obstante, puntualizó que, en su opinión, esta circunstancia no puede ser un atenuante en todos los casos. "Se puede ser consumidor de droga y que esto no afecte penalmente como atenuante", indicó.

"Es decir, lo que se puede plantear en un caso como estos es que por la mañana no se puede ser un buen ejecutivo y por la noche, un drogadicto", dijo Roig quien no quiso pronunciarse de forma concreta respecto al caso del ex político. "La drogadicción es un atenuante o un eximente en tanto en cuanto afecta tu voluntad y tu entendimiento", explicó.

El fiscal Ladislao Roig se mostró partidario de que las personas drogadictas condenadas por un delito puedan ver la condena suspendida a cambio de someterse a un proceso de desintoxicación y rehabilitación. Esta es una opción que, a su juicio, debería extenderse.